El Arzobispo de Nueva York y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Mons. Timothy Dolan, dijo a ACI Prensa que la aprobación en su estado del mal llamado "matrimonio" gay tendrá un "gran impacto" en los jóvenes y constituye un desafío para ellos que más tarde construirán una familia católica.
Las uniones gay, dijo "son un buen ejemplo de lo que con mucha frecuencia nuestros jóvenes encuentran en nuestra cultura y sociedad que se opone diametralmente con aquello que atesoran como católicos".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El mal llamado "matrimonio" homosexual fue aprobado en el estado de Nueva York por 33 votos contra 29. La norma fue entregada el mismo día de su aceptación al gobernador Andrew Como para su promulgación, que ya había prometido.
Para el Arzobispo Dolan, la manera más efectiva que tienen los católicos para defender el auténtico matrimonio formado por un hombre y una mujer está en "modelar una vida matrimonio alegre, feliz y abierta a la vida. Eso es lo mejor que podemos hacer".
El Presidente de la USCCB dijo también a ACI Prensa que "los jóvenes tienen que estar preparados para nunca intimidarse de hablar profética mente con la verdad haciéndole saber a la gente que la defensa del matrimonio tradicional no es una causa extraña, supersticiosa, o medieval de los católicos".
En vez de eso, precisó, el matrimonio auténtico "está en el corazón del bien común, especialmente porque permite la más saludable y el más integral de los ambientes para nuestros niños".
Eventos como la JMJ Madrid 2011, dijo luego, tienen un papel crucial "porque podemos estar unidos en oración ante el Señor. Eso es lo que me dicen los jóvenes sobre estos días: que todo es muy liberador, iluminador y plenificante".
Lo que se ve en este evento, prosiguió, "es un millón de jóvenes que comparten sus valores, que aman la fe y son católicos comprometidos que lucha diariamente para vivir el tipo de vida que Jesús y la Iglesia esperan".
"Ese es el asunto al final, porque por lo menos durante cinco días están en una cultura de apoyo y aliento, que les da armas para los aspectos culturales contrarios a la fe de los que hablaba Juan Pablo II", concluyó.