El Prefecto de Río de Janeiro (Brasil), Eduardo Paes, informó que el Papa Benedicto XVI viajará a esa ciudad en el año 2013 para asistir a la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Según señala la agencia Reuters, Paes anticipó que Benedicto XVI confirmará el viaje al final de su próxima visita a Madrid (España) donde participará de la Jornada Mundial de la Juventud 2011 que se realizará entre el 16 y el 21 de agosto en la capital española.
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En el Palacio de Río de Janeiro esta mañana, en donde presidió un encuentro con autoridades del mundo del deporte, Paes dijo que "Río de Janeiro está de moda. Tenemos el sorteo de las eliminatorias (de la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014), los juegos militares, la Copa Confederaciones, la Copa del Mundo y las Olimpiadas. Todo eso ayuda".
Sin embargo, el secretario de turismo de Rio, Antonio Pedro de Mello señaló que otras ciudades como Sao Paulo y Belo Horizonte también quieren ser sede de la JMJ 2013.
"Serán por lo menos 600 mil personas las que llegarán desde fuera de Brasil para asistir a este evento en un país católico con millones de seguidores. Será importante para divulgar la imagen de la ciudad y para la obtención de divisas, ya que el periodo de duración del evento es de aproximadamente 10 días", dijo de Mello a Reuters.
En declaraciones a ACI Prensa, una peregrina de Río de Janeiro que asistirá a la JMJ Madrid 2011 aseguró que su delegación espera con confianza el anuncio del Papa, ya que ha recibido extraoficialmente la noticia de parte de algunas autoridades eclesiásticas.
El Arzobispo de Río, Mons. Joao Orani Tempesta, está promoviendo con entusiasmo la participación de los jóvenes en la JMJ, pero aún no ha habido un pronunciamiento oficial sobre la siguiente sede del evento.
En junio pasado, Almir Franco de Sá Barbuda, designado por la presidenta Dilma Rousseff para ser Embajador de Brasil en el Vaticano, señaló en un evento con congresistas en Brasilia que la próxima JMJ podría realizarse en el país.
Algunos medios indicaron entonces que el diplomático dio por hecho la celebración de la cita mundial en Río, mientras que otros la presentaron como una posibilidad.