El aún Arzobispo de Denver y recientemente nombrado Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput, señaló que una verdadera renovación de la Iglesia Católica exige arrepentimiento y fe de parte de todos sus miembros: clérigos y laicos.
Así lo indicó el Prelado en la Misa inaugural de la convención de los Caballeros de Colón, la organización laica más grande del mundo, que se reúne en Denver, Colorado, entre el 2 y el 4 de agosto.
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En su homilía de la Eucaristía concelebrada por 10 cardenales, 70 obispos y más de 100 sacerdotes, Mons. Chaput señaló que "la renovación comienza no vilipendiando a otros, sino examinándonos honestamente, arrepintiéndonos de nuestros pecados y cambiando nosotros mismos".
Ante cientos de delegados acompañados de sus familias, el Arzobispo recordó también que "todos necesitamos la misericordia de Dios. Cuando realmente comprendamos eso, seremos capaces de hablarnos con honestidad y amor, y seremos capaces de emprender la misión de restauración que tiene la Iglesia".
El Prelado dijo luego que el segundo elemento necesario para renovar la Iglesia es la fe: "no la fe como teología o la fe como una colección de doctrinas y prácticas, sino la fe como una confianza total en Dios" que permite "la imprudencia, la pasión, el arrojo de entregarnos enteramente a Jesucristo".
"Ese tipo de fe cambia a la gente. Ese tipo de fe cambia al mundo desde sus raíces porque nada puede contra ella", enfatizó.
Seguidamente recordó la necesidad de respetar y promover las distintas vocaciones en la Iglesia y aseguró que "los hombres y mujeres no son dueños de Ella, por lo que no tienen licencia alguna para reinventarla".
El Arzobispo advirtió también que los puestos de servicio en la Iglesia no deben entenderse como "relaciones de poder" porque de ser así "minan a la propia Iglesia y se oponen a Dios que está en Ella".
Finalmente puso como ejemplo de fe y confianza a San Pedro, quien habiéndose entregado al amor de Dios "puede lograr lo imposible" como caminar sobre las aguas.
Los Caballeros de Colón reúnen en su convención de este año a unos 500 delegados, incluyendo a 85 obispos, que representan a los 1,8 millones de miembros en todo el mundo.