El director de la Corporación de Abogados Católicos, Eduardo A. Bieule, expresó que "el Ministerio de Educación de la Nación ha distribuido en las escuelas una revista sobre educación sexual, que se entromete en los hogares argentinos con una propuesta carente de sentido moral".
En un comunicado dado a conocer por la agencia argentina AICA, el experto señala que la revista propone una perspectiva "en que la distinción entre el varón y la mujer sería irrelevante, pudiendo la misma ser configurada de acuerdo a los deseos de cada persona, como también la forma de vivir la sexualidad –homosexualidad, lesbianismo, heterosexualidad, travestismo–, todo lo cual carece, según la publicación, de relevancia, puesto que lo único que importaría sería la satisfacción sexual".
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También advierte que en la publicación no hay ninguna vinculación entre la sexualidad y el amor, ni tampoco se relaciona la sexualidad con la apertura a la vida, negándose la complementariedad entre el varón y la mujer.
"En el manual, el embarazo deja de ser una culminación del amor entre el varón y la mujer, para pasar a ser una situación de riesgo, equivalente a las enfermedades de transmisión sexual", afirmó.
Además, prosiguió, "se deja de lado al matrimonio, ya que, según la publicación, una unión de cualquier tipo constituiría una familia, con lo que se llega a un enfoque disolvente de dicha institución".
"La educación sexual –dijo el director de esta corporación católica– debe consistir en una educación para el amor, en lugar de una educación simplemente genital. La cual no se logra con la información, sino que debe prestarse especial atención a la educación de la voluntad, de los sentimientos y emociones, debiendo la ilustración que se imparta al respecto tener como base imprescindible una instrucción en valores, coherente con los principios morales, y no simplemente la transmisión de conductas para prevenir embarazos no deseados".
En el documento, Eduardo Bieule expresa su preocupación por la distorsión que hace la publicación de los efectos de la píldora abortiva del día siguiente y la manera en que minimiza la verdadera esencia del embrión "que de acuerdo a nuestra ley, es una persona humana constitucionalmente protegida-, al considerarlo un `puntito pequeño´, de manera de restar importancia al aborto".
"Por último, es sin duda altamente criticable que en materia de educación sexual se deje de lado el papel prioritario de los padres, que no debe ser invadido por los poderes públicos, puesto que aquéllos tienen reconocido constitucionalmente un derecho a tener una participación necesaria en todas las acciones que quiera emprender el Estado al respecto, que sin la conformidad paterna, resultan ilegítimas", concluyó.