La comunidad cubana en Miami (Estados Unidos) dio el último adiós a Mons. Pedro Meurice, Arzobispo Emérito de Santiago de Cuba, recordado como el "León de Oriente" por haber denunciado la realidad de la isla públicamente durante la histórica visita del Beato Juan Pablo II al país realizada en 1998.
Según informa El Nuevo Herald, la Misa de cuerpo presente en la que participaron 11 obispos, 70 sacerdotes y unos 1 200 fieles, se celebró en la Iglesia San Miguel Arcángel en Miami. Presidió la Eucaristía el Arzobispo de Miami, Mons. Thomas Wenski.
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En la homilía pronunciada por el actual Arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Mons. Dionisio García Ibáñez, el Prelado recordó que "Pedro Meurice sufrió mucho como sufre cualquier padre cuando ve su familia dividida, pero también se alegró mucho porque veía que la fe se fortalecía y que Cristo seguía siendo proclamado".
Mons. Meurice falleció el jueves 21 de julio a los 79 años en el Hospital Mercy de Miami víctima de complicaciones respiratorias.
De él, dijo Mons. García, "fue un hombre que hizo todo por cuidar y hacer crecer la Iglesia y un hombre de pueblo porque era muy sensible a los demás".
El Arzobispo dijo que su predecesor tuvo una gran influencia en la población y promovió la unidad de los cubanos. "El entró en un Iglesia desmantelada que carecía de todo, con templos destruidos, que la separaron del pueblo", recordó.
Por su parte, Mons. Thomas Wenski destacó que como arzobispo de Santiago de Cuba durante cuatro décadas, Mons. Meurice encarnó en su persona "la agonía que es Cuba" cumpliendo su deber.
"Ahora, el león del Oriente descansa de sus laborales pastorales. Murió según vivió: con la oración en los labios, la Virgen a su lado y Cuba en su corazón", añadió.
"La muerte lo sorprendió aquí en Miami, lejos de su amado Santiago. Sin embargo, como dijo su sucesor, Mons. Dionisio García, Dios quiso que muriera aquí, a lo mejor como el signo de que todos los cubanos son un solo pueblo", dijo luego.
Mons. Meurice será enterrado en el Cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba. Mary Ross Agosta, vocera de la Arquidiócesis de Miami, informó el lunes por la tarde que sus restos serán trasladados a la isla a finales de esta semana.
El fallecido Arzobispo se ganó el apelativo de "León de Oriente" tras su valiente denuncia de la realidad de Cuba bajo el régimen castrista, en la multitudinaria Misa que presidió el Beato Juan Pablo II el 24 de enero de 1998.