El Obispo de San Sebastián, Mons. Ignacio Munilla, señaló que ante el intento de algunos de hacer que el marxismo se convierta en un modelo antropológico, urge que la Iglesia Católica se aboque a su tarea de la evangelización de los jóvenes.
En su intervención en el curso de verano "Los jóvenes y la Iglesia" en la Universidad Rey Juan Carlos, que se desarrolla en estos días en Madrid, el Prelado denunció que "se ha robado el alma cristiana de nuestra nación. La influencia social ha sido brutal, se ha ido creando una desafección hacia la Iglesia Católica", aunque aún muchos se acercan a la Iglesia.
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El Obispo dijo también que "la ideología de género es como una metástasis del marxismo. La impresión que nos da es que el marxismo, aunque ha caído como modelo económico, sigue queriendo ser modelo antropológico".
Mons. Munilla indicó luego que "sería ridículo decir que las cosas van bien en la transmisión de la fe. Nos preocupa mucho la evangelización en el tiempo en el que la secularización está siendo un gran tsunami".
"La evangelización de los jóvenes se hace desde un gran respeto y cariño, pero nunca hay que idolatrar a la juventud, pues tenemos que tener a la madurez como meta, no a la juventud permanente", continuó.
Con estas palabras, el Prelado abordó la realidad cultural de nuestra nación, donde "el contexto de la Iglesia con el joven tiene que ser más directo, porque todo el proceso de secularización ha afectado profundamente el interior de la persona".
"La emergencia educativa es mayor en España que en otras partes del mundo. Nuestra situación es especial, hemos vivido sin cuidar lo esencial", prosiguió.
Tras recordar que la Iglesia ofrece a los jóvenes un mensaje de felicidad y salvación, el Obispo resaltó el papel del acompañamiento espiritual y afirmó que "necesitamos presentar un proyecto coherente con un sentido ético que no deje de lado la dimensión afectiva. El Evangelio para los jóvenes es acompañar también a otros en el mundo del dolor y del sufrimiento, en contra del narcisismo imperante que nos invade, olvidándose de sí mismo para poder ser seguidor de Cristo".
El Prelado también se refirió a la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en agosto y dijo que constituye "la llamada del Papa y el encuentro de jóvenes que se encuentran con otros jóvenes ampliando el horizonte, donde necesariamente el acompañamiento de los sacerdotes les dará hondura y profundidad, y conciencia de paternidad y maternidad de la Iglesia".
Benedicto XVI, concluyó, "va a poner a los jóvenes del mundo ante la presencia de Jesús, hermano, amigo y redentor del mundo, pidiendo que puedan tener siempre el corazón de Cristo a su lado".