El Obispo de Saltillo, Mons. Raúl Vera López, respondió al pedido de un grupo no identificado de personas que solicitaron "un Obispo católico" para esta diócesis mexicana, a través de mensajes en mantas colgadas en el perímetro de la catedral local la semana pasada.
El 15 de julio aparecieron colgadas en las rejas de la catedral de Saltillo unas mantas con algunos mensajes para el Obispo de Saltillo cuestionando su labor a la cabeza de esta diócesis. Ese mismo día fueron retiradas y según informó el diario mexicano Vanguardia, quienes las sacaron no eran personal de la diócesis.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En un comunicado titulado "La actividad del Obispo no está al margen del Evangelio" firmado por el Vicario General de Saltillo, P. Gerardo Escareño, Mons. Vera respondió a quienes cuestionan su labor en esta diócesis en la que él apoya y promueve al grupo gay San Elredo, pese a sostener principios contrarios a la doctrina católica.
El texto publicado el 15 de julio en el sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señala que "el trabajo pastoral del Obispo Diocesano, que abarca espacios muy variados de la vida de la Iglesia y de la sociedad, se inscribe claramente en el ámbito de las enseñanzas y de las normas pastorales de la Iglesia".
El comunicado no menciona la relación que tiene el Obispo Vera con el grupo gay San Elredo, ni su apoyo a las uniones homosexuales y la adopción por parte de éstas, posturas promovidas en marzo de este año el 4º Foro de Diversidad Sexual, Familiar y Religioso, que contaba con el respaldo del Prelado.
El foro promovía, entre otras conductas contrarias a la Iglesia Católica, el activismo gay, la sexualidad activa de parejas homosexuales y la adopción de niños por parte de éstas.
El comunicado señala luego que la actividad del Obispo Vera "no está al margen del evangelio, ni de las normas y orientaciones de la Iglesia, ni de los retos de la sociedad en la que vivimos".
En junio de este año, Noé Ruiz, coordinador de San Elredo, señaló que solicitarán a las nuevas autoridades de Coahuila, estado mexicano en el que se encuentra la diócesis de Saltillo, que el pacto civil que regula las uniones homosexuales se llame en adelante "matrimonio".
Ruiz señaló en aquella ocasión que "lo que nosotros queremos proponer es, además del pacto civil (que regula las uniones homosexuales), mejoras y facilidades en la adopción, seguridad social, y tenemos el planteamiento para cambiar el nombre de Pacto Civil a Matrimonio".
Además, Ruiz dijo a ACI Prensa en entrevista que el propósito de los foros que organiza el grupo gay San Elredo, como el de marzo, es "que la gente conozca que entre dos mujeres, dos hombres, pueden criar un hijo y viven de lo más normal y de lo más común".
El texto de la diócesis de Saltillo del 15 de julio señala también que "por fidelidad al ministerio pastoral que desempeña, (el Obispo Vera) no cesará su dinamismo y su voz, que buscan contribuir a la construcción de comunidades de fe más vivas y comprometidas y de una sociedad más humana".
La manera de proceder del Obispo Raúl Vera ha sido cuestionada por diversos grupos católicos de Saltillo, como la Asociación Familias Mundi, cuya presidenta Natalia Niño, señaló que el accionar del grupo San Elredo es dañino para ellos mismos y para la sociedad.
"No estamos de acuerdo con la formación de familias entre personas del mismo sexo porque una familia nace de un matrimonio, y un matrimonio es una vocación que se da entre dos personas de sexo opuesto, porque así es complementario", destacó.
Sobre la pastoral que debe realizarse con los homosexuales, el P. Leopoldo Sánchez, exasesor espiritual en México de Courage Latino, institución que realiza este ministerio pastoral en fidelidad a la doctrina católica, dijo a ACI Prensa que "el camino es el amor, este amor, la Iglesia nos recuerda, tiene la peculiaridad que es un amor que se vive en la castidad".
A ese amor, explicó, "estamos llamados absolutamente todos los cristianos, tengan la atracción al mismo sexo o no la tengan".
La enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad
La enseñanza católica respecto de la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica; 2357, 2358 y 2359. En estos artículos la Iglesia enseña que:
Los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".
La homosexualidad, como tendencia es "objetivamente desordenada", que "constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba".
Apoyado en la Sagrada Escritura "la Tradición ha declarado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y por tanto "no pueden recibir aprobación en ningún caso".
"Las personas homosexuales están llamadas a la castidad" y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".