Una investigación judicial sobre cómo la Diócesis de Cloyne en Irlanda procedió ante las denuncias de abuso sexual contra sacerdotes entre el año 1996 y 2009 evidenció el pésimo manejo del ex Obispo de Cloyne, Mons. John Magee.
El informe publicado el 13 de julio identificó nueve casos entre 1996 y 2005 que no fueron reportados a la policía.
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"Los hallazgos de este informe confirman que se cometieron graves errores de juicio y se produjeron graves fallos de liderazgo", indicó el Cardenal Sean Brady, Arzobispo de Armagh y Primado de Irlanda, en una declaración de 13 de julio.
"Esto es lamentable y totalmente inaceptable", dijo y consideró que es otro "día oscuro en la historia de la respuesta de los líderes de la Iglesia al grito de los niños abusados por el personal eclesiástico".
La comisión –dirigida por la jueza Yvonne Murphy– revisó las denuncias presentadas contra 19 sacerdotes entre 1996 y 2009, incluyendo dos casos de menores de edad que no fueron denunciados a la policía.
El informe critica a Mons. John Magee por mostrar poco interés en la protección de los niños. "Mons. Magee se había, en cierta medida, separado de la gestión diaria de los casos de abuso sexual infantil", afirma.
El Obispo Magee –que llegó a ser como sacerdote secretario personal de varios Pontífices– renunció a su cargo en el año 2010 ante las constantes críticas de su trabajo.
"Este informe confirma que la cultura tóxica del clericalismo casi ha destruido a la Iglesia en Irlanda y la ha dañado mucho en otros lugares: básicamente hay sacerdotes que ponen el bienestar de otros sacerdotes por encima del bienestar de las presuntas víctimas", afirmó David Quinn, director de la sede del Iona Institute en Dublín, en declaraciones a ACI Prensa 13 de julio.
La Comisión Murphy analizó específicamente los casos a partir de 1996, el año en que la Iglesia Católica en Irlanda introdujo por primera vez un "documento marco" para hacer frente a las acusaciones de abuso.
"Básicamente, el informe de hoy afirma que el Obispo Magee delegó toda la responsabilidad del problema a su Vicario General, Mons. Denis O'Callaghan, a quien no le gustaba el documento marco", indicó Quinn.
Para O’Callaghan, este documento estaba muy dirigido por las reglas y no era lo suficientemente pastoral "con los sacerdotes acusados. Así que las denuncias no se pasaron a la policía", indicó Quinn.
El actual Administrador Apostólico de la Diócesis de Cloyne, Mons. Dermot Clifford Emly, deploró que no se hayan implementado los procedimientos establecidos por la Iglesia por más de 13 años en esta jurisdicción.
"Lamento que esto haya sucedido y me disculpo con todos aquellos que han sufrido un daño adicional debido a la aplicación incorrecta de los procedimientos de la Iglesia, por lo que asumo toda la responsabilidad", afirmó el Obispo Magee en el 13 de julio en un comunicado publicado por la Diócesis de Cloyne.