El católico Akram Gill, hasta ayer ministro federal para las minorías religiosas en Pakistán, expresó su confianza en que el Gobierno no abandone a estos grupos luego de la disolución del ministerio.
En declaraciones difundidas este viernes por la agencia Fides, Gill explicó que la disolución del Ministerio Federal para las Minorías Religiosas no se podía evitar porque formaba parte de un proceso aprobado por el Parlamento para eliminar algunos ministerios. "Pero la Junta de Gobierno para las reformas constitucionales ha sugerido que algunas de las habilidades de las minorías se mantengan a nivel federal", explicó.
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Gill dijo que el primer ministro Raza Gilani aseguró "la creación de un nuevo ‘ministerio federal para la armonía interreligiosa y los derechos humanos’ que podrá ocuparse de las cuestiones relativas a las minorías. La Comisión Nacional para las Minorías está trabajando en este proyecto, que contará con un presupuesto y en el que podría tener un papel".
"No tenemos otras opciones. Haremos todo lo posible para que funcione eficazmente. Se tendrá que trabajar en estrecha colaboración con los departamentos provinciales y coordinar el trabajo. Esperemos que la del Primer Ministro no se quede sólo en una promesa. Veremos que pasa, pero yo tengo confianza", expresó Gill.
El exministro reconoció que la situación de los cristianos en Pakistán no es fácil y que los grupos radicales islámicos son fuertes. Sin embargo, reiteró su confianza en las palabras de Gilani.
Asimismo, afirmó que los cristianos tienen "buenas esperanzas" con respecto al futuro del país, a la vez que pidió a los líderes políticos y religiosos cristianos colaborar "más entre ellos" porque "de esta alianza podrían nacer buenos frutos para la defensa de los derechos de los cristianos".
Finalmente, Gill se mostró de acuerdo con la creación de una Comisión Especial de Investigación Judicial para identificar a los asesinos de Shabhaz Bhatti, su antecesor en el entonces Ministerio Federal para las Minorías Religiosas.
"Sería una señal positiva del Gobierno hacia los cristianos, que se sienten indefensos. Y si los instrumentos nacionales no funcionan, también se puede pensar en una investigación internacional", añadió.