El Padre Ciro Benedettini, subdirector de la Sala de Prensa de la Santa Sede, explicó que las visitas del Papa Benedicto XVI son realmente hermosas para los sentidos, el corazón y la mente por el maravilloso estímulo de alegría que el Pontífice da a las personas.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, el Padre Benedettini, natural de San Matino, indicó que la visita del Papa a su tierra natal por la Solemnidad de la Santísima Trinidad también fue "hermosa para la mente, por los muchos mensajes, ánimos, enseñanzas y advertencias que el Papa dio a la gente en la República de San Marino".
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Para los habitantes de San Marino la visita del Papa "fue algo extraordinario, porque San Marino es muy pequeño", y además católico, así pues, "el Papa es la máxima autoridad en el mundo" y todos estaban "muy emocionados".
El Prelado destacó las palabras del Papa sobre los peligros que acechan a las familias y el mensaje que lanzó a la juventud sobre las respuestas verdaderas a sus inquietudes en Jesucristo, pues con este discurso "el Papa tocó el verdadero corazón de la gente".
El sacerdote explicó que su país, de tan solo 30 mil habitantes y fundado hace mil 700 años por San Marino, no tiene fuerzas armadas, ni poder financiero, sino que, tal y como dijo el Papa, su verdadera riqueza "es la fe".
Esta fue la segunda visita de un Papa a San Marino, desde la que hizo el Beato Juan Pablo II en el año 1982.
San Marino constituye el tercer Estado más pequeño del mundo así como la república más antigua del planeta.
Fue fundado en el año 301 por el cristiano Marinus el Dálmata, quien llegó a esas tierras huyendo de la política anticristiana del emperador romano Diocleciano, y quien más tarde se convirtió en San Marino.
Su diócesis, San Marino Montefeltro, es la única en el mundo perteneciente a dos estados.