Al recibir a la delegación ortodoxa enviada por el Patriarca Bartolomé I con motivo de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, que se celebra el 29 de junio, el Papa Benedicto XVI alentó a ofrecer un testimonio común del Evangelio, ante la violencia, la indiferencia y el egoísmo en medio de los cuales los hombres y las mujeres de hoy "se sienten perdidos".
En su discurso en ocasión del tradicional intercambio de visitas entre la Santa Sede y el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, en ocasión de las Fiestas de sus respectivos patronos, Benedicto XVI señaló que "en un contexto histórico de violencias, indiferencias y egoísmo, tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo se sienten perdidos".
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"Es precisamente con su testimonio común de la verdad del Evangelio que podremos ayudar al hombre de nuestro tiempo a reencontrar el camino que lo conduce a la verdad. La búsqueda de la verdad, en efecto, es siempre también la búsqueda de la justicia y de la paz y es con gran alegría que constato el gran compromiso con el que Su Santidad Bartolomé se prodiga sobre estos temas".
Según señala la nota de Radio Vaticano, el Papa dijo luego que "reagrupando intentos y recordando el bello ejemplo de mi predecesor, el Beato Juan Pablo II, he querido invitar a los hermanos cristianos, a los exponentes de otras tradiciones religiosas del mundo y a personalidades del mundo de la cultura y de la ciencia a participar el próximo 27 de octubre en la ciudad de Asís en una Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, que tendrá como tema ‘Peregrinos en la verdad, peregrinos en la paz’".
"Caminar juntos por las calles de la ciudad de San Francisco será el signo de la voluntad de proseguir recorriendo el camino del diálogo y de la fraternidad", añadió.
Benedicto XVI recordó además que en el anuncio del Evangelio los primeros Apóstoles llegaron hasta el martirio, manifestando su fe "en Cristo Salvador y el amor a Dios Padre".
El Papa dijo luego que la participación de la delegación ortodoxa en la fiesta de Pedro y Pablo, así como la participación de la delegación católica en Constantinopla para la fiesta de San Andrés, "expresa la amistad y la auténtica fraternidad que une a la Iglesia de Roma y al Patriarcado Ecuménico, vínculos que están sólidamente fundados sobre aquella fe recibida por el testimonio de los Apóstoles".
También recordó la necesidad de seguir trabajo por la plena unidad y destacó las labores de la Comisión mixta católica ortodoxa: "estamos llamados a proseguir juntos en la caridad este camino, invocando del Espíritu Santo luz e inspiración, en la cereza de que Él quiere conducirnos al pleno cumplimiento de la voluntad de Cristo: que todos sean uno", indicó.
Finalmente el Santo Padre pidió a la delegación ortodoxa llevar "mi fraterno saludo al venerado hermano, el patriarca Bartolomé I, al Santo Sínodo, al clero y a todos los fieles del Patriarcado Ecuménico, asegurándole el afecto y la solidaridad de la Iglesia de Roma, que hoy está de fiesta por sus Santos fundadores".