El Arzobispo de Managua (Nicaragua), Mons. Leopoldo José Brenes, denunció que la madrugada del martes 14 de junio delincuentes armados irrumpieron en la capilla de adoración perpetua de la Parroquia San Agustín, maniataron a las fieles que rezaban en ese momento en el lugar y robaron la custodia con el Santísimo Sacramento.
En un comunicado difundido el 15 de junio, Mons. Brenes rechazó estos graves hechos y exhortó a todos los fieles de Managua a "ofrecer oraciones y actos de reparación a Jesús Sacramentado".
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Al ser consultado por ACI Prensa, el vicario de la Parroquia San Agustín, P. Francisco Carrión, indicó que los delincuentes llegaron alrededor de las 2 o 3 a.m. "en un vehículo doble cabina, una camioneta blanca", disimulando sus intenciones al pedir "que el párroco (Mons. Benito Pititto) fuera a ver un enfermo a esa hora".
"En lo que el vigilante iba a llamar a monseñor a la casa, lo agarraron por detrás y dos personas lo amarraron, le pusieron en la boca un masking tape para que no hablara y posteriormente invadieron la capilla", relató.
En el interior de la capilla "estaban dos personas en adoración, una señora y una muchacha" a las que los delincuentes también maniataron.
El P. Carrión dijo a ACI Prensa que los delincuentes rompieron el vidrio que protegía la custodia y "se la llevaron junto con el Santísimo. A las personas las dejaron ahí amarradas con la luz apagada e inmediatamente se fueron a la casa cural, donde se encontraba el párroco solo, porque por estar en su día libre no se encontraba en el lugar.
Al párroco "lo levantaron de la cama y luego revisaron si había alguna caja fuerte, pero no hay ninguna caja fuerte pues aquí no manejamos dinero", precisó.
El sacerdote relató que los delincuentes robaron algo de ropa, un anillo, un reloj, su teléfono celular, dinero y otros artículos de uso personal.
La policía hasta el momento mantiene sus investigaciones en reserva y "no nos han dado ninguna información", indicó el P. Carrión.
El vicario indicó a ACI Prensa que la zona donde está ubicada la Parroquia San Agustín "no es tan tranquila, un poco peligrosa, pero tampoco muy delictiva. Pero hay su riesgo porque es una zona bastante de comercio, no hay muchas casas cercas y eso se presta a que cualquiera pase y robe".
Finalmente el sacerdote dijo que nunca se imaginaron que algo así podría suceder y que luego de esta lamentable experiencia van a tomar las medidas de seguridad del caso como registrar el número de placa (matrícula) de los vehículos que ingresen.