El Observador Permanente del Vaticano ante la ONU en su sede de Ginebra, Mons. Silvano Tomasi, explicó a ACI Prensa que el aprecio por la perspectiva y el enfoque que tiene la Iglesia en la lucha contra el SIDA, enfermedad que cumple 30 años de descubierta, crece cada día más entre las organizaciones de todo el mundo.
El Nuncio señaló que "estamos al comienzo de una convergencia en el sentido de que los funcionarios de instituciones internacionales, organizaciones y personas de grupos religiosos conversan ahora sobre las líneas de acción y se respetan mutuamente un poco más".
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En diálogo con ACI Prensa, el Arzobispo dijo que "está probado e incluso documentado ahora que la manera más efectiva (para evitar el contagio) es el cambio de conducta. Y en eso hemos insistido", en referencia a las políticas que promueven la abstinencia en vez del uso del condón para luchar con la enfermedad.
Las declaraciones de Mons. Tomasi se dan en la misma semana en la que un nuevo informe revela que millones de personas mueren a causa del SIDA porque muchos gobiernos occidentales no terminan de entender que el condón no es una medida efectiva en la lucha contra esta enfermedad.
La investigación se titula "La Iglesia Católica y la crisis global del SIDA" y estuvo a cargo del experto en salud pública Matthew Hanley.
Hanley señala que "siempre se nos dice que los condones son el mejor medio ‘técnico’ para prevenir la transmisión del virus del HIV, pero nunca se nos dice que la promoción del condón ha fracasado en revertir las epidemias en África y las conductas de riesgo".
El experto calcula que en África se habrían podido evitar 6 millones de infecciones, si en vez del condón se promovía la aproximación de la Iglesia que promueve la fidelidad conyugal y la abstinencia, que ha tenido gran éxito en países como Uganda.
El investigador concluye afirmando que "los líderes de la salud pública podrían reconocer esta realidad pero siguen siendo reacios a enfatizar los cambios de conducta por encima de las ‘soluciones técnicas’".