El político socialista y ateo Jean Jaurès, fundador del periódico francés L’Humanité, procuró que su hijo recibiese una educación cristiana ya que según él, una instrucción y educación completas nunca "lo serían sin un estudio serio de la religión".
En una carta escrita y publicada por Jaurès en su propio periódico y de la que se desconoce la fecha, el escritor declarado abiertamente ateo, niega rotundamente a su hijo la dispensación de un justificante que solicitó el joven para ser eximido de la educación religiosa.
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"Este justificante querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás", indicó.
"¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute? ¿Quisieras tú, por tu ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre estos asuntos sin exponerte a soltar un disparate?", cuestiona el pensador francés.
"Hay que confesarlo –dice el texto- la religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base de la civilización y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad el no querer conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas inteligencia preclaras".
"No es porque desee que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las creencias que te expondrá el profesor", pero "tengo empeño decidido en que tu instrucción y tu educación sean completas, y no lo serían sin un estudio serio de la religión".
El político señala que es necesario "conocer las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas", y al menos "comprenderlas para poder guardarles el respeto, las consideraciones y la tolerancia que les son debidas. Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable sin nociones religiosas".
Al mismo tiempo, Jaurès recuerda que la comprensión de la religión es fundamental para cerciorarse completamente del mundo que nos rodea "¿qué comprenderías de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión, que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización?".
En el arte "¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen?".
En las letras "¿puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelón, Lacordaire, De Maistre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente de cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra a todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones?".
En cuanto a al derecho, la filosofía o la moral "¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural, la filosofía más extendida, la moral más sabia y más universal?", "éste es el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau", subraya.
El pensador ateo señala además que hasta en las ciencias naturales y las matemáticas "encontrarás la religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes", "Ampere era piadoso", y "Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haber recobrado por la ciencia la fe".
En cuanto a la libertad de conciencia "muchos anti-católicos conocen por lo menos medianamente la religión; otros han recibido educación religiosa", y por tanto "su conducta prueba que han conservado toda su libertad".
"Te sorprenderá esta carta, pero precisa hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación", concluye el escrito.
El texto completo fue publicado por la revista cristiana Iglesia Viva, en el número 219 del tercer trimestre de 2004.
Jean Jaurès
Jean Jaurès, cuyo nombre completo era Auguste Marie Joseph Jean Léon Jaurès fue un político socialista ateo francés nacido el 3 de septiembre de 1859 en Castres, Francia.
Fue diputado por el Partido Obrero Francés en 1889, manteniéndose como parlamentario hasta 1898. Posteriormente fue elegido también en las elecciones de 1902, 1906, 1910 y 1914.
En 1904 fundó el periódico L'Humanité, y en 1905 consiguió unir bajo su liderazgo a los socialistas franceses, formando la Sección Francesa de la Internacional Obrera.
Jaurés fue asesinado en París el 31 de julio de 1914, en vísperas del comienzo de la primera guerra mundial.