El nuevo Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Octavio Ruiz, afirmó que la Iglesia Católica sigue proclamando la misma fe recibida de Cristo hace veinte siglos y que lo único que deben cambiar son los métodos para transmitirla.
"La Iglesia tiene que adaptarse a los tiempos modernos. No se trata de cambiar su doctrina ni lo que durante 20 siglos se ha predicado".
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"Es la misma fe, pero tenemos que ver cómo llegar a la gente con un lenguaje que sea comprendido hoy en día, usando los medios modernos y el adelanto científico al servicio del Evangelio; que el mensaje sea comprendido en sus razones profundas, no como una postura o ideología religiosa", afirmó al diario El Tiempo.
En declaraciones difundidas el 29 de mayo, Mons. Ruiz dijo que su labor será "ayudar a despertar la fe en aquellos que se han alejado de su vida cristiana", predicando "el mismo Evangelio, pero con un nuevo ardor, con nuevos métodos y expresiones, de tal manera que vuelva a tocar el corazón de las personas".
La nueva autoridad vaticana lamentó que se haya extendido en el mundo "una mentalidad secularizada que, frente a los adelantos modernos, quisiera prescindir de Dios como si ya no fuera necesario en la vida. Cuando hay comodidad o muchos recursos, la fe suele pasar a un segundo plano".
Asimismo, aclaró que el nuevo dicasterio creado por el Papa a fines de 2010 no es el encargado de ver los casos de abusos sexuales, sino que "le corresponde a otro dicasterio de la Curia Romana. Es una realidad distinta de algo que es muy delicado en la Iglesia, que es el testimonio que tenemos que dar aquellos que hemos recibido la vocación; pero esto va a otro nivel".
Reconoció que esto afecta la credibilidad de la Iglesia, "pero, al mismo tiempo, nos hace pensar en la gran mayoría de obispos y sacerdotes que están cumpliendo su tarea de manera callada y responsable".
"La crisis es algo que produce cambio, que puede despertar a la gente; en ese sentido, sí estamos en una crisis y, si no hacemos algo, vamos a perder más fieles y nuestra gente no va a entender más a la Iglesia. Es un momento providencial para mirar nuevos horizontes", afirmó.