El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, exhortó a los candidatos presidenciales Keiko Fujimori y Ollanta Humala, hablar de reconciliación y no de violencia, para que las elecciones del 5 de junio se desarrollen en paz y tranquilidad.
"Creo que es bueno que la población reflexione que la violencia no es camino nunca para nada y que lo que se está viendo es un servicio al bien común del país. Vayamos por caminos de progreso y desarrollo, pero que cada uno escoja en libertad y tome con respeto la opinión contraria", afirmó el sábado en el programa radial Diálogo de Fe.
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El Cardenal hizo este llamado en medio de una campaña electoral que ha divido al país en dos y con protestas violentas en la sureña región altoandina de Puno. "Creo que si queremos hablar de reconciliación, es necesario un mayor respeto por la verdad en los planes que uno tiene, en las palabras que uno dice", afirmó.
El Purpurado defendió el derecho de los obispos de orientar a los fieles y criticó que se quieran controlar las opiniones a través de un "pensamiento único". "No tenemos por qué estar vigilados como ocurre en países de Latinoamérica, donde un señor ‘dueño de la verdad’ quiere imponer la verdad al resto del país. No puede ser", señaló.
El Arzobispo de Lima pidió ser tolerantes y no ofender ni descalificar al que piensa distinto.
"Yo amo a mi país. Soy un peruano que es Cardenal, que tiene una doctrina de la Iglesia Católica que es la doctrina social. Y en nombre de esos principios necesito recordar a este país, mayoritariamente católico, que tenemos que reconducirnos por caminos de paz, por caminos de mayor tolerancia y no engañar a la gente", afirmó.
Al día siguiente, durante la Misa dominical, el Cardenal Cipriani pidió ver con esperanza las elecciones presidenciales. "No es un momento ni de violencia, ni de odio, ni de enfrentar a la familia peruana. Es un simple momento político en que se va a elegir a la persona que va a servir a todos los peruanos", señaló.
El Purpurado instó nuevamente a la reconciliación del país basándose en la verdad, "que no deja que entre el odio, la mentira y el resentimiento".
"En nombre de la religión no se puede justificar nunca la violencia. Jamás habrá excusa para impulsarla, eso no es católico. Y en nombre de la justicia no se puede sembrar el odio, en nombre de Dios no se puede engañar", añadió.