El Arzobispo de Tijuana (México), Mons. Rafael Romo Muñoz, confirmó la muerte del P. Salvador Ruiz Enciso, desaparecido el 22 de mayo, por lo que pidió a las autoridades hallar a los culpables y llevarlos a la justicia.
El 23 de mayo fue hallado por la policía un cuerpo atado de manos y pies e irreconocible. La prueba de ADN confirmó días después que se trataba del sacerdote, conocido también como Padre "Chavita".
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En un comunicado del viernes 27, Mons. Romo Muñoz transmitió su "profundo dolor y consternación" a la Comunidad del Divino Rostro y a toda la Iglesia en Tijuana por el asesinato del sacerdote.
"El Padre ‘Chavita’, se caracterizó por ser un hombre sencillo y entregado a su ministerio. En las comunidades en donde desempeñó su sacerdocio se le recuerda con cariño y como hombre de Dios, íntegro en su conducta", afirmó el Prelado, que condenó "la manera brutal con que le quitaron la vida".
"Pedimos a Dios les conceda el arrepentimiento y conversión de sus corazones para que alcancen el perdón", expresó.