El Obispo Vicario de Izabal (Guatemala), Mons. Gabriel Peñate Rodríguez, expresó su tristeza e indignación por la masacre que cobró la vida de 27 campesinos el fin de semana pasado en el municipio de La Libertad, en Petén, cerca de la frontera con México.
En un comunicado publicado hoy, el Obispo afirmó que "las víctimas son campesinos pobres y humildes que van a Petén buscando la vida en el trabajo que les dan en las grandes fincas que allá existen. Fueron buscando la vida y encontraron la muerte".
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El Prelado denunció que la muerte de los campesinos fue "una muerte cruel, cometida con saña y una barbarie que no conoce nombre. Imposible pensar que un ser humano sea capaz de cometer un acto semejante".
"Son monstruos que han degenerado su psicología para sembrar terror y lograr sus macabros objetivos" dijo Mons. Peñate sobre los victimarios que, según las evidencias serían agentes de la banda narcotraficante mexicana Los Zetas.
El Obispo hizo "un llamado a las autoridades exigiendo una inmediata intervención para que nos protejan de estas bandas de criminales asesinos que caminan con toda impunidad por nuestro territorio".
Mons. Peñate pidió a los criminales que se conviertan y que "no entreguen sus vidas a la muerte ni siembren tanto dolor y sufrimiento en las familias guatemaltecas".
"Abandonen los malos caminos y entréguense al bien. Construyamos un mundo de amor", finalizó.