Al recibir esta mañana a una delegación de la organización B'nai B'rith International (Hijos de la Alianza), la más antigua organización judía de voluntariado fundada en 1843 en Nueva York, el Papa Benedicto XVI alentó los presentes y a los católicos a defender siempre la dignidad y los derechos inalienables de toda persona.
Tras agradecer la participación de la B'nai B'rith International en el encuentro del Comité Internacional de Enlace Católico-Judío, celebrado en París a finales de febrero, el Papa dijo que "una de las cosas más importantes que podemos hacer juntos es dar un testimonio común de nuestra creencia profundamente arraigada de que cada hombre y mujer es creado a imagen divina y por tanto, está dotado de dignidad inviolable".
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"Esta convicción sigue siendo la base más segura para todos los esfuerzos en la defensa y promoción de los derechos inalienables del ser humano", añadió.
Luego de comentar que la reunión de París confirmó el deseo de católicos y judíos de afrontar diversos desafíos del mundo actual, el Santo Padre recordó que es necesario también "promover una sana comprensión del papel de la religión en la vida de nuestras sociedades como correctivo a una visión puramente horizontal, y por tanto truncada, de la persona humana y de la convivencia social".
"A través de la vida y el trabajo de todos los creyentes hay que ofrecer un testimonio constante de la trascendencia, indicar las realidades invisibles que se encuentran más allá de nosotros", alentó el Santo Padre.
Finalmente exhortó a "encarnar la convicción de que una Providencia amorosa y compasiva guía el final de la historia, a pesar de las dificultades y amenazas que se puedan encontrar en el camino".