En su saludo por el Día de la Madre, el Arzobispo de Piura y Tumbes (norte del Perú), Mons. José Antonio Eguren, recordó que cada madre es "pieza fundamental, junto a la paternidad del hombre, en la forja de la familia y en consecuencia del destino de la humanidad".
En su mensaje por este día que se celebra este domingo en diversos lugares del mundo, el Prelado recordó que "el don de la maternidad, fruto de la unión matrimonial de un hombre y de una mujer, implica la esencial tarea de custodiar la vida, don preciado de Dios, que al acogerla en su regazo con ternura y delicadeza, da inicio a la historia de un ser humano en el mundo".
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"En esta trascendental tarea y responsabilidad de apertura a la vida, desde su concepción hasta su fin natural, la madre establece de modo único contacto con la nueva creatura, contribuyendo de manera decisiva en la personalidad del nuevo ser humano. La madre, con su fortaleza, solicitud y dedicación es pieza fundamental, junto a la paternidad del hombre, en la forja de la familia y en consecuencia del destino de la humanidad".
El Arzobispo también se dirigió a "todas las madres que ejercen la maternidad espiritual. Ellas, en su renuncia a la maternidad física, expresan su maternidad en el cuidado y entrega a quienes más lo necesitan: los enfermos, los minusválidos, los abandonados, los huérfanos, los ancianos, los niños, los jóvenes, los encarcelados y, en general, los marginados". "Asimismo, no puedo dejar de dar unas palabras de aliento y esperanza a aquellas madres que deben sufrir la muerte de seres queridos, la preocupación por aquellos hijos que van por mal camino, aquellas que sufren porque han sido olvidadas por sus hijos, que están solas o son víctimas de injusticias. Ante estas dificultades, es necesario ponerse junto a la cruz de Cristo que da sentido pleno a todo dolor".
Finalmente el Arzobispo de Piura encomendó a todas las madres a la Virgen María, que "acogió con grande fe, atenta solicitud, e indecible amor al Hijo de Dios en su seno materno".