En su saludo ayer en la Basílica de Aquileia (Italia) a los participantes en la asamblea de preparación del segundo congreso de esta localidad, el Papa Benedicto XVI alentó a focalizar el cuidado de la familia, cuna del amor y la vida, ante la actual crisis conyugal y la "drástica disminución de la natalidad".
Según informa Radio Vaticana, el Papa fue acogido por los representantes de las 15 diócesis italianas de las "tres Venecias", y saludó luego al al Cardenal Patriarca de Venecia, a los obispos y al clero.
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Ante ellos el Santo Padre resaltó que es necesario "centrar vuestra atención en la familia, cuna del amor y de la vida, célula fundamental de la sociedad y de la comunidad eclesial. Este compromiso pastoral es aún más urgente hoy ante la crisis siempre más difundida de la vida conyugal y de la drástica disminución de la natalidad".
"La misión prioritaria que el Señor os encomienda hoy, renovados en el encuentro personal con él es la de testimoniar el amor de Dios al hombre. Estáis llamados a hacerlo, ante todo con las obras de amor y las opciones de vida en favor de las personas concretas, a partir de los más débiles, frágiles, indefensos, no autosuficientes, como los pobres, los ancianos, los enfermos, los discapacitados".
Tras hacer hincapié en la importancia del testimonio de la caridad evangélica en la dimensión social, el Papa reiteró la urgencia del compromiso pastoral en la defensa de la familia y de la vida, sin olvidar a los jóvenes:
"En toda vuestra acción pastoral no descuidéis a los jóvenes. Ellos miran hoy al futuro con gran incertidumbre, viven a menudo en una condición de malestar, de inseguridad y de fragilidad ¡pero llevan en su corazón gran hambre y sed de Dios, que requiere constate atención y respuesta!"
Ante los apremiantes desafíos de hoy, teniendo en cuenta el contexto geográfico en que se encuentran, cruce entre el occidente y el oriente de Europa, y recordando el fenómeno del turismo y de la inmigración, el proceso de homologación provocado por la acción permisiva de los medios de comunicación, que han acentuado el pluralismo cultural y religioso, el Papa renovó su invitación a "no renegar del Evangelio, comunicando con su mismo estilo de vida aquel humanismo que ahonda sus raíces en el cristianismo, para construir junto con todos los hombres de buena voluntad una ciudad más humana, justa y solidaria".
"Encomiendo también a vosotros, así como a las otras Iglesias en toda Italia, el compromiso de suscitar una nueva generación de hombres y de mujeres capaces de asumir responsabilidades directas en todos los ámbitos de la sociedad, en particular en el político".
Finalmente explicó que este ámbito "necesita más que nunca de personas, sobre todo de jóvenes, capaces de edificar un ‘vida buena’ en favor y al servicio de todos. De este compromiso no se pueden eximir los cristianos que son peregrinos hacia el Cielo, pero que viven ya aquí un anticipo de eternidad".