Los representantes de los gobiernos de Argentina y Chile rindieron un homenaje este lunes en El Vaticano al Beato Juan Pablo II, quien medió y "asumió en primera persona" en 1978 un impase fronterizo que sostuvieron ambas naciones, y que estuvo al borde de desencadenar un conflicto armado.
Coincidiendo con el aniversario de la ratificación del 2 de mayo de 1985 del Tratado de Paz y Amistad entre ambos países, y en el marco de la beatificación del Papa peregrino, el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, y su par chileno, Alfredo Moreno, participaron en el homenaje realizado en la Casina Pío IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias.
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Según informó Associated Press, Timerman dijo que "los argentinos jamás olvidarán lo que hizo por nosotros" Juan Pablo II, pues "evitó una guerra inminente, llevada adelante por almirantes y generales. Salvó miles de vida".
Actualmente, indicó el ministro argentino, las "relaciones con los hermanos chilenos son excelentes".
Moreno, por su parte, recordó que el Beato "asumió en primera persona la mediación, aunque podría haber dejado que otro país se encargara de esto, pero el lo tomó como una tarea propia durante siete años", indicando que incluso, tras sufrir el atentado de 1981, al salir de la anestesia, preguntó por el estado de la mediación.
En el lugar donde se realizó la ceremonia existe, desde el 2009, una placa conmemorativa por los 25 años de la firma del Tratado de Paz entre Chile y Argentina, colocada por la entonces presidenta chilena Michelle Bachelet y la mandataria argentina Cristina Krichner, tras un encuentro con el Papa Benedicto XVI.