Un total de 200 000 peregrinos, miles de ellos jóvenes, han participado este sábado por la noche en la vigilia celebrada en el Circo Maximo de Roma, con motivo de la beatificación de Juan Pablo II que se celebrará este domingo a partir de las 10,00 horas en la Plaza de San Pedro. Los peregrinos han recibido la bendición del Papa Benedicto XVI que ha intervenido por videoconferencia desde el Palacio Apostólico al final de la noche.
Al concluir, los peregrinos han lanzado gritos de 'Viva el Papa'. Previamente, en los discursos que se han pronunciado durante la vigilia, los entrevistados por la presentadora del acto, Safiria Leccese, han destacado cómo Juan Pablo II "defendió al hombre ante Estados e instituciones internacionales", también en la época de "las grandes ideologías y los regímenes totalitarios", tal y como ha indicado el vicario de Roma, el Cardenal Agostino Vallini.
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Asimismo, el ex portavoz de la Santa Sede Joaquín Navarro-Vals ha subrayado que Juan Pablo II fue santo en vida pues, según ha indicado, "los santos, o lo son mientras viven o no lo serán nunca" y ha recordado el cariño que el Pontífice sentía por los jóvenes "a los que enseñó lo que significa de verdad la expresión 'Te quiero'".
Igualmente, ha ofrecido su testimonio la hermana Marie Simon Pierre, la religiosa cuya curación del Parkinson se ha convertido en el primer milagro reconocido a Juan Pablo II, que ha asegurado que este milagro que subirá al Papa polaco a los altares "difícilmente se puede explicar con palabras" y ha apuntado que, tras su curación, prometió que iría "hasta el final" para que Juan Pablo II fuera reconocido beato y después santo.
Por su parte, el secretario personal de Juan Pablo II, el Cardenal Stanislaw Dziwisz, ha recordado las "únicas" dos veces que se enfadó el Santo Padre, "con la guerra de Irak de 2003 y cuando habló contra la mafia en la provincia italiana de Agrigento" y ha desvelado los "dos amores" de Juan Pablo II: "Cristo y el hombre, y sobre todo los jóvenes"
Entre los aplausos y el grito de algún espontáneo alabando a los intervinientes, se han sucedido las voces de los coros que han emocionado y han hecho mover los labios a algunos peregrinos que estaban entre el público. Así, el coro della Diocesi di Roma 'Orquesta del Conservatorio S. Cecilia' ha dado la primera nota, para después continuar con coros polacos y filipinos así como con cantos inspirados en Juan Pablo II como el canto 'Totus Tuus' o el himno del que este domingo se convertirá en beato 'Abrid las puertas a Cristo'.
La segunda parte de la ceremonia ha estado marcada por el rezo del rosario, la oración preferida de Juan Pablo II, en conexión vía satélite con cinco santuarios marianos que han rezado con los peregrinos de Roma cada uno de los misterios por una intención ligada al Papa.
Entre las personalidades asistentes a la vigilia se encontraba el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio Barrio, que ha asegurado que Juan Pablo II "es un beato contemporáneo del que se puede decir lo que decían de Jesus: 'Hemos comido y vivido con él'".
Asimismo, se sentaban en las primeras filas el presidente de Togo, Faure Gnassingbé, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, el eurodiputado Pierferdinando Casini, embajadores y al menos una decena de obispos españoles.
Mientras, entre los 200.000 asistentes un grupo de misioneras clarisas colocadas en primera fila agitaban unas grandes manos amarillas para aplaudir a Juan Pablo II. Las hermanas Sor Carolina y Sor Ana María, han asegurado que Juan Pablo II es el Papa de su época y han animado a los miles de jóvenes que se han reunido en esta vigilia a seguir su "ejemplo de santidad". "Es una fiesta para toda la Iglesia", aclaman las ocho hermanas al tiempo que levantan de nuevo los brazos.
Otros peregrinos portaban en sus manos velas que iluminaban todo el Circo Maximo bajo la oscuridad de la noche romana y rezaban al unísono el rosario junto con fieles de Líbano, Portugal, Tanzania, Polonia y México.
Igualmente, los grupos de scouts representantes de diferentes países del mundo se han ido incorporando a la vigilia poco a poco. Así, un grupo de más de 300 scouts de Polonia caminaba por la carretera paralela al Circo Maximo para unirse a los miles de peregrinos que ya estaban dentro. Los chavales que encabezan la fila portan decenas de banderas de Polonia y uno de ellos, Peter, ha señalado a Europa Press que se sienten "muy orgullosos" de su Papa polaco.
Por su parte, las banderas españolas también se distinguen en el Circo Maximo, como la que llevan a la espalda un grupo de 50 jóvenes de un colegio de Madrid. Concretamente, una componente del grupo, María del Pilar, ha afirmado que acudir a la beatificación es "una pequeña cosa" en comparación con todo lo que, a su juicio, hizo el Papa polaco por las personas. Asimismo, se ha mostrado convencida de que "todos los jóvenes del mundo han visto que es un santo".