El Arzobispo de Caracas (Venezuela), Cardenal Jorge Urosa Savino, reiteró que la Iglesia está dispuesta a promover un diálogo para solucionar los problemas del país, pero indicó que no pueden hacerlo porque "el Gobierno se niega a conversar con nosotros".
El Purpurado dijo el viernes a TvRadio que actualmente las relaciones Iglesia-Estado no están bien a pesar que "estamos siempre dispuestos a escuchar, a conversar, a tratar de ayudar a que el país vaya por el camino de la paz, pero eso cae como en oídos sordos, me parece".
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En ese sentido, expresó su preocupación por los conflictos que existen en Venezuela, sobre todo los referidos a los presos políticos, los reclamos de los enfermeros y las universidades. Dijo que el Gobierno tiene que asumir una actitud de diálogo para solucionar estos problemas. "Yo digo especialmente ‘el Gobierno’, porque el Gobierno en Venezuela es el que tiene la batuta en casi todos los órdenes, porque tiene todo el poder y tiene todo el dinero".
Durante la entrevista, el Arzobispo rechazó las acusaciones del presidente Hugo Chávez, que asegura que la Iglesia lo presionó para que renunciara al cargo durante el golpe de estado que sufrió del 11 al 14 de abril de 2002.
"Esa es la versión que tiene el Presidente, que yo la respeto, pero yo recuerdo claramente que después del 14 de abril, los obispos tuvimos una reunión (…), y a esa reunión asistió el Presidente y asistió en términos muy conciliatorios".
El Cardenal recordó que Hugo Chávez "manifestó inclusive su petición de perdón a Mons. Porras y a Mons. Velasco (entonces Arzobispo de Caracas) (…). De manera que son versiones que van a quedar siempre".
El Arzobispo también recordó que el 11 de abril, mientras estuvo preso, "el Presidente llama a Mons. Baltazar Porras para que garantizara su seguridad, y Mons. Baltazar Porras (…), que era el Presidente de la Conferencia Episcopal de ese momento, con una gran gallardía y con una gran valentía acudió al llamado del Presidente".
El Cardenal Urosa defendió el derecho de los obispos a expresar su opinión sobre la vida social y política de Venezuela.
"Cuando una cosa va en beneficio del pueblo venezolano pues nosotros lo decimos, pero cuando una cosa pueda perjudicar al pueblo venezolano pues también lo decimos, lo cual es algo absolutamente legítimo y es un derecho que tenemos y es un deber que tenemos nosotros como pastores del pueblo venezolano", afirmó.