El Arzobispo de Piura y Tumbes (norte del Perú), Mons. José Antonio Eguren, exhortó a los fieles a vivir intensamente la Semana Santa para así entregarle su vida "al Señor Jesús, muerto y resucitado por nosotros", porque estas fechas son para la reflexión y no "días de vacaciones para el descanso frívolo, la diversión o peor aún para el pecado".
"No permitamos que un clima secularizado que va enfriando nuestra fe cristiana se apodere de nosotros sino que más bien sea el fuego del misterio de la Pascua lo que dé luz y calor a nuestras vidas. ¡Que sean días para encontrar, conocer y seguir a Cristo, Luz del mundo, Vida y Resurrección nuestra!", expresó en una exhortación pastoral publicada este domingo.
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Mons. Eguren afirmó que la muerte de Cristo en la Cruz "es la prueba más grande del amor" de Dios. Afirmó que con su sacrificio, el Señor dio a los hombres el maravilloso regalo de "la Cruz como símbolo de nuestra reconciliación".
El Arzobispo también pidió a los fieles que la reflexión en torno a la Cruz los lleve "a un mayor compromiso por la santidad en nuestra vida cristiana". "¡No hay cristianismo sin Cruz! La Cruz es parte fundamental de la vida cristiana, no como expresión de desgracia o resignación, sino como camino misterioso y paradójico de felicidad y de vida eterna".
En su exhortación pastoral, el Prelado invitó a morir al pecado y a las pasiones desordenadas, a los apegos y egoísmos, así como al cristianismo del mínimo esfuerzo, pues "sólo se llega a la Resurrección (…) pasando necesariamente por el Viernes de la Pasión y Muerte".
"Por ello la Semana Santa es ocasión propicia para examinarnos seriamente y preguntarnos: ¿Vivo un proceso continuo de conversión? o ¿soy mediocre y no pongo los medios necesarios para ser santo? (…) ¿Ardo en deseos de santidad y de configuración con Cristo? ¿Amo a la Iglesia y me esfuerzo por hacerla amar?", preguntó.
Mons. Eguren recordó que en la Cruz también se revela "la maternidad espiritual de Santa María (…). Jesús nos invita a descubrir a Su Madre como nuestra también. Nos invita a participar de su estado de Hijo de Santa María y nos apremia a amarla como Él la ama".
Finalmente, el Arzobispo reiteró su invitación a contemplar la Cruz porque por ella "ha sido vencido el maligno, ha quedado derrotada la muerte, se nos ha transmitido la vida, se nos ha devuelto la esperanza y nos ha sido comunicada la luz. ¡Salve, oh Cruz, esperanza única!".
El texto completo está en http://www.arzobispadodepiura.org/images/notas/semanasanta2011.pdf