Activistas gays asistieron y comulgaron en la Misa de Domingo de Ramos en la Catedral en "protesta" al comunicado que la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) publicó el 17 de abril contra la adopción por parte de parejas homosexuales.
En el documento, la CEC explicó que la Iglesia se opone a la adopción homosexual porque afecta a la familia, daña el estado de derecho, vulnera el derecho de los niños a tener papá y mamá y porque los gays no son personas idóneas para adoptar menores.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Al menos ocho activistas homosexuales asistieron ayer a la Misa celebrada por el Arzobispo de Bogotá, Mons. Rubén Salazar Gómez, vistiendo camisetas blancas en las que se leía "Soy homosexual, tengo hijos, soy católic@" y "¡La homofobia no es cristiana!".
Los activistas acompañados por fotógrafos y camarógrafos hicieron fila para comulgar y recibieron la Eucaristía de manos del Arzobispo.
Al ser consultado por ACI Prensa sobre estos hechos, el jefe de prensa del Arzobispado de Bogotá, P. Martín Sepúlveda, consideró que el acto "fue preparado" y explicó que "los fotógrafos estaban listos" para captar el momento.
Los activistas homosexuales buscan "generar polémica, generar noticia, como estamos en Semana Santa, buscaron generar algo en contra" de la Iglesia, señaló el vocero y lamentó el interés de los medios colombianos en "resaltar algo polémico y no algo trascendental".
En declaraciones a ACI Prensa, el teólogo Rafael de la Piedra consideró que los homosexuales aprovecharon "la buena voluntad de Mons. Rubén Salazar de no negarles la comunión pues no le constaba que estuviesen en alguna situación de escándalo público o pecado, pese a la camiseta que usaban".
"A diferencia de una persona que dice públicamente que apoya el aborto y a quien sí se le debe negar la comunión, en este caso el Arzobispo no tenía la certeza del estado o no de pecado de los activistas y así, lo pusieron en una situación complicadísima, contra la pared, pues se presume que quien se acerca a recibir la Eucaristía lo hace porque reúne las condiciones para ello, es decir, que está confesado y en estado de gracia", explicó.
De la Piedra deploró la actitud de los homosexuales ya que "es una bajeza de parte de ellos usar algo tan sagrado como la Eucaristía para ‘protestar’. Esa comunión de ayer no fue una protesta. ¿Quién que se dice católico puede protestar de esa forma?"