La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer hoy un mensaje en el que el Papa Benedicto XVI alienta a los católicos de China a defender la fe, aún a costa de sacrificios, para crecer en la unidad y la comunión.
Así lo señala el texto publicado al finalizar la reunión plenaria realizada en el Vaticano del 11 al 13 de abril de la comisión instituida por el Papa Benedicto XVI en 2007, para estudiar la realidad de la Iglesia Católica en China.
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En el encuentro que tuvo lugar al final de la reunión plenaria, el Santo Padre reconoció "el deseo de unidad con la Sede de Pedro y con la Iglesia universal, que los fieles en China no dejan de manifestar, en medio de muchas dificultades y aflicciones".
"La fe de la Iglesia, expuesta en el Catecismo de la Iglesia Católica y que hay que defender aún a costa de sacrificios, es el fundamento sobre el que las comunidades católicas en China tienen que crecer en la unidad y la comunión".
En el mensaje la comisión expresa su esperanza de que "el diálogo sincero y respetuoso con las autoridades civiles ayude a superar las dificultades del momento actual para que también las relaciones con la Iglesia Católica contribuyan a la armonía en la sociedad".
Ante los desafíos actuales como las diócesis sin obispos y la incertidumbre de algunos católicos, los miembros de la comisión alentaron a los prelados y a los sacerdotes a intensificar su labor y "esforzarse por construir, donde falten y sean necesarios, nuevos lugares de culto y de educación en la fe, sobre todo para formar comunidades cristianas maduras".
Tras exhortar a todos a proseguir en la tarea de la evangelización, la Comisión pasa revista a una serie de episodios contrarios a la unidad, como la reciente ordenación episcopal en Chengde en noviembre de 2010, que se hizo sin autorización del Papa, lo que la hace "gravemente ilegítima" y "también ilegítimo el ejercicio del ministerio".
El texto recuerda lo dicho por el Papa Benedicto XVI en su carta a los católicos de China sobre este tema: "la Santa Sede sigue con suma atención el nombramiento de los Obispos, puesto que esto afecta al corazón mismo de la vida de la Iglesia, ya que el nombramiento de los Obispos por parte del Papa es garantía de la unidad de la Iglesia y de la comunión jerárquica".
"Por este motivo el Código de Derecho Canónico (cf. canon 1382) establece graves sanciones tanto para el Obispo que confiere libremente la ordenación sin mandato apostólico como para quien la recibe; en efecto, dicha ordenación representa una dolorosa herida para la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina canónica".
"El Papa, cuando concede el mandato apostólico para la ordenación de un Obispo, ejerce su autoridad espiritual suprema: autoridad e intervención que quedan en el ámbito estrictamente religioso. No se trata por tanto de una autoridad política que se entromete indebidamente en los asuntos interiores de un Estado y vulnera su soberanía", concluye el numeral 9 de la misiva de 2007.
Sobre la 8° Asamblea Nacional de Representantes Católicos, convocada por las autoridades chinas y la que obligaron a asistir a obispos fieles al Papa, el mensaje de la comisión recuerda también lo dicho por el Santo Padre:
"Considerando ‘el plan originario de Jesús’, resulta evidente que la pretensión de algunos organismos, que el Estado ha querido y que son ajenos a la estructura de la Iglesia, de ponerse por encima de los Obispos mismos y de dirigir la vida de la comunidad eclesial, no está de acuerdo con la doctrina católica, según la cual la Iglesia es ‘apostólica’, como ha reiterado también el Concilio Vaticano II".
"La finalidad declarada de los mencionados organismos de poner en práctica ‘los principios de independencia y autonomía, autogestión y administración democrática de la Iglesia’, es también inconciliable con la doctrina católica".
La Comisión que estudia el tema de la Iglesia en China señala además la importancia de la formación de los seminaristas y religiosos, y recuerdan que para superar la difícil situación actual "la oración será de gran ayuda. Se podrán organizar diversas iniciativas que os ayudarán a renovar vuestra comunión de fe en Jesús, nuestro Señor y de fidelidad al Papa, para que la unidad entre vosotros sea cada vez más profunda y visible".
China permite el culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de China, y rechaza la autoridad del Vaticano. La Iglesia Católica, fiel al Papa y clandestina en China, es perseguida permanentemente.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros.
Para leer la Carta del Papa a los católicos de China puede ingresar a: http://www.aciprensa.com/Docum/benedictoxvi/documento.php?id=108