Al recibir esta mañana las cartas credenciales de Filip Vucak, nuevo embajador de Croacia ante la Santa Sede, el Papa Benedicto XVI dijo que afirmar que "Europa no tiene raíces cristianas" es como pretender que una persona viva sin oxígeno ni alimento.
En su discurso en francés el Santo Padre dijo que "voces lúgubres contestan con asombrosa regularidad la realidad de las raíces religiosas de Europa. Se ha puesto de moda negar la memoria y las evidencias históricas".
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"Decir que Europa no tiene raíces cristianas, es equivalente a afirmar que un hombre puede vivir sin oxígeno y sin alimento. No se puede tener vergüenza para recordar y sostener esta verdad refutando, si es necesario, a quien sea contrario a ella".
Seguidamente el Papa dijo estar seguro de que Croacia "va a defender su propia identidad con convicción y orgullo para evitar los nuevos escollos que surjan y que, bajo el pretexto de una libertad religiosa mal entendida, son contrarios al derecho natural, a la familia y a la moral".
Benedicto XVI señaló además que "para fortalecer a las generaciones actuales hay que exponer claramente el rico patrimonio de la historia croata y de la cultura cristiana que la han plasmado profundamente y en la que vuestro pueblo se ha apoyado siempre frente a la adversidad".
Tras recordar que "Croacia pronto se integrará plenamente en la Unión Europea", el Santo Padre señaló que "esta integración se debe realizar respetando plenamente las peculiaridades croatas, su vida religiosa y su cultura. Sería ilusorio negar su propia identidad para abrazar otra nacida en circunstancias muy diferentes de las que vieron su surgimiento y su construcción".
"Al entrar en la Unión Europea, su país no será únicamente un receptor del sistema económico y jurídico, con sus ventajas y sus límites, sino que podrá aportar igualmente su contribución típicamente croata. Que no tenga miedo de reclamar con determinación el respeto de su propia historia y su propia identidad religiosa y cultural".
El Papa expresó su satisfacción por el interés del país "para que los croatas en Bosnia-Herzegovina puedan desarrollar el papel que les corresponde como uno de los tres pueblos integrantes del país".
En este contexto, constató que Croacia "aporta su especificidad para facilitar el diálogo y el entendimiento entre los pueblos con diferentes tradiciones, pero que viven juntos desde hace siglos" y animó a "continuar por este camino que consolide la paz en el respeto de cada uno". Asimismo manifestó su alegría porque Croacia "promueve la libertad religiosa y respeta la misión específica de la Iglesia".
"Por todas estas razones, estoy muy contento de poder visitar su país dentro de unas semanas". El lema del viaje será: "’¡Juntos en Cristo!’. ¡Juntos a pesar de las innumerables diferencias humanas, juntos con estas diferencias!"
"En nombre de Cristo, que ha acompañado al pueblo croata durante siglos con bondad y misericordia, deseo alentar a su país y animar a la Iglesia que se encuentra entre y con ustedes", concluyó.