Al recibir este mediodía a los Obispos católicos de rito siro-malabar de la India al final de su visita ad limina, el Papa Benedicto XVI dijo que la Iglesia ya no cuenta con el apoyo de la sociedad en general para promover la comprensión cristiana de que el matrimonio es la unión indisoluble entre hombre y mujer.
En su discurso en inglés el Papa alertó que "la Iglesia ya no puede contar con el apoyo de la sociedad en general para promover la comprensión cristiana del matrimonio como una unión permanente e indisoluble ordenada a la procreación y la santificación de los esposos".
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Por ello alentó a los prelados a que su "predicación y catequesis en este campo sean pacientes y constantes" ya que las personas deben aprender y vivir el misterio del amor de Dios dentro del cual "el matrimonio sacramental y la vida familiar son una expresión privilegiada de participación en la vida divina".
En este sentido, se refirió a "los cambios rápidos y dramáticos de la sociedad contemporánea en todo el mundo, que conllevan no sólo desafíos serios, sino nuevas posibilidades para proclamar la verdad liberadora del mensaje del Evangelio para transformar y elevar todas las relaciones humanas".
El Papa afirmó que el apoyo de los obispos, sacerdotes y laicos "para la educación sólida e integral de los jóvenes en la castidad y la responsabilidad, no sólo les permitirá abrazar la verdadera naturaleza del matrimonio, sino que también beneficiará a la cultura india en su conjunto".
El Santo Padre se refirió luego a que esta visita expresa el don de la comunión, por el cual hay que dar gracias; y alentó a los prelados a ser "ministro de unidad en su iglesia particular y en la Iglesia universal. Esta responsabilidad es especialmente importante en un país como India, donde la unidad de la Iglesia se refleja en la rica diversidad de sus ritos y tradiciones".
"Os animo a hacer todo lo posible para seguir fomentando la comunión entre vosotros y los obispos católicos de todo el mundo, y a ser la expresión viva de la comunión entre vuestros sacerdotes y los fieles".
Hablando de las diversas comunidades de religiosos y religiosas que se dedican al servicio de Dios y al prójimo, el Papa recordó que "la vocación a la vida religiosa y la búsqueda de la perfección de la caridad es atractiva en todas las épocas, pero tiene que ser alimentada por una renovación espiritual constante, que los superiores deben promover, dedicando gran atención a la formación humana, intelectual y espiritual de sus hermanos".
"Por su misma naturaleza, la formación no se acaba nunca, sino que debe proseguir y ser una parte integral de la vida cotidiana de cada individuo y comunidad".
Seguidamente subrayó que "hay mucho que hacer en este ámbito, utilizando los numerosos recursos disponibles en vuestra Iglesia, sobre todo a través de una formación más profunda en la práctica de la oración, en las particulares tradiciones espirituales y litúrgicas del rito siro-malabar, y en las exigencias intelectuales de una sólida pastoral".
Finalmente el Papa Benedicto XVI alentó a los obispos a "planificar eficazmente, en estrecha colaboración con los superiores religiosos, una sólida formación permanente, de modo que los religiosos y religiosas sigan siendo testigos potentes de la presencia de Dios en el mundo y de nuestro destino eterno, para que el don total de sí a Dios con la vida religiosa brille con toda su belleza y pureza ante los seres humanos".
El Papa recordó al inicio de su discurso al Cardenal Varkey Vithayathil, Arzobispo mayor de Ernakulam-Angamaly de los (católicos) Siro-Malabares, fallecido el pasado 1 de abril a los 83 años.