El Papa Benedicto XVI nombró hoy a Mons. Antonio Marino, hasta ahora Obispo Auxiliar de La Plata, como nuevo Obispo de Mar de Plata, en Argentina; y a Mons. Joseph R. Binzer, como Obispo Auxiliar de Cincinnati, en Estados Unidos.
Mons. Marino nació en Buenos Aires el 11 de marzo de 1942. Fue ordenado sacerdote el 27 de noviembre de 1971. Desde 1973 a 1978 frecuentó los estudios de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, donde obtuvo el doctorado en Teología Dogmática.
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Fue Vicario en las parroquias San Benito Abad, Nuestra Señora de Monserrat, San José de Flores, Nuestra Señora de Luján Castrense y la Inmaculada Concepción de Belgrano.
Asimismo, ejerció la docencia como profesor en la facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina "Santa María de los Buenos Aires".
Desempeñó también los siguientes cargos: Censor arquidiocesano; Director espiritual del seminario mayor metropolitano de Buenos Aires; Asesor teológico y doctrinal de la Comisión de Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina y Juez adjunto del Tribunal Eclesiástico Nacional.
En 1993 Juan Pablo II lo distinguió con el título pontificio de Prelado de Honor de Su Santidad. El 11 de abril de 2003 fue nombrado Obispo Auxiliar de La Plata y recibió la ordenación episcopal el 31 de mayo de ese mismo año.
En la Conferencia Episcopal es miembro de las Comisiones de Fe y Cultura y de Ministerios. Para el gobierno de la diócesis de Mar de Plata cuenta con la colaboración de 87 sacerdotes, 165 religiosos y 5 diáconos permanentes.
Por su parte Mons. Binzer nació el 26 de abril de 1955 en Cincinnati. Tiene un bachillerato en ciencias de la Universidad de Miami (Ohio), un "Master of Divinity" del Seminario Mount St. Mary y una Licenciatura de Derecho Canónico de la University of America. Fue ordenado sacerdote en 1994
Hasta ahora era vicario general y canciller de la Arquidiócesis de Cincinnati y párroco de la "Saint Louis Parish".
Para el gobierno pastoral de la diócesis cuenta con la colaboración de 501 sacerdotes, 1 190 religiosos y 176 diáconos permanentes, para una población de más de 468 000 fieles católicos.