Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede se presentó el programa de los tres días de la beatificación del Papa Juan Pablo II, cuyo día central será el domingo 1 de mayo en el que Karol Wojtyla será elevado a los altares.
En la presentación, el Vicario del Papa para la diócesis de Roma, Cardenal Agostino Vallini, detalló el programa para los tres días de celebración que comenzarán el sábado 30 de abril con una Vigilia de Oración en el Circo Massimo.
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La celebración se dividirá en dos partes. La primera dedicada al recuerdo de las palabras y los gestos del Papa Juan Pablo II. Seguirá una solemne procesión en la que se entronizará la imagen de María, Salus Populi Romani, acompañada por representantes de todas las parroquias y capellanías diocesanas.
A continuación intervendrán algunos colaboradores del nuevo beato, como el Cardenal Stanislaw Dziwisz, que fue su secretario, y Joaquín Navarro-Valls, ex director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Hablará también Sor Marie Simon-Pierre, cuya milagrosa curación abrió el camino para la beatificación. Al final de esta primera parte se cantará el himno "Totus tuus", compuesto para el 50 aniversario de la ordenación sacerdotal de Juan Pablo II.
La segunda parte se centrará en la celebración de los Misterios Luminosos del Santo Rosario introducidos por Juan Pablo II. Después del canto "Abrid las puertas a Cristo", del nuevo beato, intervendrá el Cardenal Vicario Agostino Vallini, que sintetizará la personalidad espiritual y pastoral del Papa. Acto seguido se rezará el Rosario en conexión directa con cinco santuarios marianos.
Cada uno de los Misterios estará ligado a una intención de Juan Pablo II y se enlazará con las vigilias simultáneas que se celebrarán en distintos santuarios marianos alrededor del mundo.
En el santuario Łagniewniki, en Cracovia (Polonia), la intención será la juventud; en el santuario Kawekamo-Bugando (Tanzania), la familia; en el santuario de Nuestra Señora del Líbano - Harissa (Líbano), la evangelización; en la basílica de Santa María de Guadalupe, de Ciudad de México, la esperanza y la paz de las naciones; en el Santuario de Fátima, la Iglesia.
Al final, Benedicto XVI en conexión desde el Vaticano, rezará la oración final e impartirá la bendición apostólica a todos los participantes. Esa noche permanecerán abiertas para la oración las siguientes iglesias de Roma: Santa Agnese in Agone, en Plaza Navona; San Marco al Campidoglio; Santa Anastasia; Santíssimo Nome di Gesú all’Argentina; Santa Maria in Vallicella; San Giovanni dei Fiorentini; San Andrea della Valle; San Bartolomeo all’Isola.
El 1 de mayo, domingo de la Divina Misericordia, en la Plaza de San Pedro a las 10:00 a.m., el Papa Benedicto XVI presidirá la Misa de Beatificación de Juan Pablo II, que estará precedida por una hora de preparación en la que se rezará la Corona de la Divina Misericordia, devoción introducida por Santa Faustina Kowalska, y muy apreciada por Juan Pablo II y acabará con una invocación a la misericordia en el mundo, con el canto "Jezu ufamTobie".
Seguirá la Santa Misa con los textos del domingo de la Octava de Pascua. Después de la fórmula de beatificación, cuando se descubra el tapiz con el nuevo beato, se cantará el Himno del Beato en latín.
El lunes 2 de mayo el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, presidirá a las 10:00 a.m. la Misa de Acción de Gracias por la Beatificación en la Plaza de San Pedro.
Esta Eucaristía será la primera celebrada en honor del nuevo beato. Los textos serán los de la Misa del Beato Juan Pablo II. La celebración será animada por el Coro de la diócesis de Roma, con la participación del Coro de Varsovia y de la Orquesta Sinfónica de Wadowice (Polonia).
El P. Federico Lombardi, Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, explicó que el viernes 29 de abril por la tarde se trasladará la tumba del beato Papa Inocencio XI –que se halla en la Capilla San Sebastián de la basílica vaticana–, al altar de la Transfiguración, para dejar su puesto al cuerpo de Juan Pablo II.
Esa misma mañana, el féretro del Pontífice –que no se abrirá– se trasladará ante la tumba de San Pedro, en las grutas vaticanas. La mañana del 1 de mayo, se llevará ante el altar de la Confesión de la basílica.
Terminada la ceremonia de beatificación, el Papa y los cardenales concelebrantes se dirigirán al altar de la Confesión de la basílica y rezarán unos instantes ante el cuerpo del nuevo beato. A partir de esa tarde, las personas que lo deseen podrán venerar los restos de Juan Pablo II.