El Arzobispo de Abidján (Costa de Marfil), Mons. Jean-Pierre Kutwa, relató que en la ciudad se vive "una calma inquietante, en ningún sentido tranquilizadora", pues la población está esperando la batalla final entre el Gobierno y las fuerzas del presidente electo.
"La población está atrincherada en casa. En algunos barrios no hay agua ni electricidad, no se encuentran alimentos. Estamos a la espera de la batalla final. Es una tragedia indescriptible", relató este lunes a la agencia Fides.
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El Prelado dio estas declaraciones en momentos en que las tropas del presidente electo, Alassane Ouattara, se preparan para tomar en Abidján el Palacio Presidencial, la residencia del Presidente y la sede de la radio-televisión nacional, aún en manos de Laurent Gbagbo, el mandatario que no reconoce su derrota en las elecciones de noviembre de 2010.
Fuentes que prefirieron permanecer en el anonimato, explicaron a Fides que "sin el control de estas tres estructuras, Ouattara no puede establecerse ante los ojos de los marfileños como el Presidente legítimo del país".
Por su parte, fuerzas de la ONU y soldados franceses atacaron este lunes el palacio y la residencia de Gbagbo, así como dos campamentos de su ejército, luego que el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, enviara una carta con este pedido "urgente" al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
La agencia AFP informó que Ban Ki Moon consideró "urgente lanzar operaciones militares para eliminar las armas pesadas que han sido usadas contra la población civil y los cascos azules".
La Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estimó en 300 000 los civiles que huyen de este conflicto en Costa de Marfil.