Al concluir la Audiencia General del miércoles 23 de marzo, el Papa Benedicto XVI recibió a una joven estadounidense de 28 años que, pese a haber nacido sin brazos es una piloto de aviones y toca el piano con los pies.
Gracias a sus logros, Jessica Cox recibió la medalla oficial del Guinnes World Records que ahora ha obsequiado al Papa Benedicto XVI para "testimoniar el valor de la vida siempre y en todo lugar, en cualquier condición", informa L’Osservatore Romano.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Sobre el hecho de vivir sin brazos y tener que hacer las cosas cotidianas con los pies, como cocinar, colocarse los lentes de contacto o enviar mensajes de texto, Jessica comenta que "es un estilo de vida con el que busco contagiar a los jóvenes que viven en la desesperación y sin valores auténticos".
Jessica es una joven oradora motivacional filipino-estadounidense. Nació en 1983 en el estado de Arizona, Estados Unidos. Los médicos que la atendieron no pudieron explicar las razones por las cuales nació sin brazos, sin embargo desde pequeña Jessica ha practicado gimnasia, baile, tap, canto, tae kwon-do (es cinta negra) y natación.
Además, logró concluir y obtener el título en psicología y es capaz de conducir su propio automóvil sin necesidad de adaptaciones.
Jessica obtuvo su permiso para pilotar aviones ligeros en 2008, luego de tres años en los que voló 89 horas junto a tres instructores, cinco veces más tiempo que el que se requiere usualmente.
Su avión de vuelo se llama Ercoupe y es uno de los pocos aviones certificados sin pedales, para que Jessica use los pies como cualquier otro utilizaría las manos.
Una de las razones por las que quiso lograr esto fue porque desde pequeña le daba miedo volar y así quiso superar este temor.