El Superior de los Misioneros de Guadalupe, P. David Uribe, narró que a dos semanas del terremoto y tsunami que golpeó la provincia de Sendai (Japón), los damnificados siguen padeciendo por la falta de alimentos y otras carencias.
El misionero informó este miércoles a la agencia Fides que el 19 de marzo, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Japón, Mons. Leo Ikenaga, dirigió un mensaje que pide a los católicos ser solidarios con las víctimas de esta tragedia y rezar por los que sufren por falta de alimentos y atención médica.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El P. Uribe dijo que "ese día recibí la llamada de una catequista de la ciudad de Sendai, que pidió que rezara por algunas niñas de la escuela católica Shirayuri, en Sendai, para que puedan tener noticias de sus padres. Después de una semana, al parecer, siguen viviendo en la escuela, pero la catequista me ha dicho que la situación es muy dolorosa".
Por su parte, el también misionero de Guadalupe, P. Miguel Ángel Varela, dijo que la Diócesis de Sendai ha invitado a todos a participar y unirse en oración. El sacerdote, que labora en la parroquia de Yostuya, en la ciudad de Morioka, señaló que es difícil llegar a las zonas afectadas por el terremoto.
El Canciller de la Diócesis de Sendai, P. Pedro Komastu, informó que la mayoría de los edificios eclesiales no han sufrido daños graves. Sin embargo, todavía no ha podido comunicarse con las parroquias de Iwaki, Yumoto y Haranomachi en el estado de Fukushima.