La agencia vaticana Fides informó que un nutrido grupo de católicos chinos participó en los funerales de Mons. Andrea Hao Jinli, Obispo de la diócesis de Xiwanzi-Chongli, en la provincia del Hebei (China continental), a pesar de las restricciones de las autoridades comunistas que incluso bloquearon el acceso al pueblo del Prelado.
Mons Hao tenía 94 años de edad. Nació en el seno una familia de tradición católica y tuvo dos hermanos sacerdotes. Ingresó en el seminario de adulto y fue ordenado sacerdote el 11 de abril de 1943. Fue consagrado Obispo en 1984.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"A pesar de su avanzada edad y de las malas condiciones físicas (durante años se vio obligado a desplazarse en una silla de ruedas y tenía problemas de audición y de vista), estaba siempre bajo un estricto control de las autoridades gubernamentales hasta el momento de la muerte", informa Fides.
La agencia agrega que "su salud se había deteriorado en el último mes, pero debido a la estricta vigilancia a la que estaba sometido, los fieles no pudieron visitarlo ni hospitalizarlo. En el momento de la muerte, junto a él estaba un sacerdote, recién puesto en libertad por la policía después de estar encarcelado durante unos dos meses, que pudo administrarle la Unción de Enfermos. Sellado el ataúd, se cerraron todas las calles de acceso a su casa".
El Prelado vivía en el pueblo de Gonghui donde siguió celebrando Misa en una parroquia católica con una población de dos mil fieles. "Quien ha conocido a Mons. Hao habla de él como de un hombre sencillo y virtuoso, con grande de en Dios y una lealtad sincera a su ministerio episcopal y a la Iglesia. Él supervisó la formación de un gran número de sacerdotes jóvenes y era infatigable en el trabajo de evangelización, sin desanimarse por las dificultades de la salud y del estricto control de las autoridades civiles", añade Fides.
La agencia informa que su funeral se celebró el 17 de marzo", con la participación de muchas personas, a pesar de las restricciones impuestas por la policía que desde el día de la muerte del Prelado rodearon el pueblo, tratando de frenar la afluencia de fieles de otras provincias".
"Mons. Hao era el Buen Pastor para todas sus ovejas a las que cuidó con gran pasión. Un fiel de su diócesis le saludó con estas palabras: ‘Nos dejó el día de las cenizas: ha estado unido a la pasión de Jesucristo toda la vida, a través de las pruebas que él vivió, y es con Él que resucitará’".
La diócesis de Xiwanzi (Chongli) cuenta con 35.500 católicos, 20 sacerdotes y 28 religiosas. En los últimos años, ha continuado su compromiso con la evangelización, viendo a menudo a menudo detenciones de sacerdotes y fieles laicos y la incautación de iglesias, informa la agencia vaticana.