En su primer mensaje de Cuaresma como Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José H. Gómez, recordó que esta época es un "tiempo de purificación, acabar con los malos hábitos y hacer buenos propósitos".
"Durante la Cuaresma, nos estamos purificando para que podamos vivir la identidad que se nos dio en el Bautismo – ya no más hijos pródigos, sino hijos de Dios", escribió el Arzobispo en el mensaje publicado el 9 de marzo.
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Mons. Gómez asumió la dirección de la arquidiócesis de Los Ángeles el 28 de febrero, después del retiro del Cardenal Roger Mahony por límite de edad.?
En su primer mensaje de Cuaresma, el Arzobispo presenta la parábola de Jesús del hijo pródigo, como uno de sus pasajes favoritos.
Mons. Gómez asegura que ama el "drama y la emoción" de esta historia, y su retrato de la misericordia sin límites de Dios. Pero resaltó su significado más profundo, destacando el simbolismo de los dones otorgados por el padre al hijo tras su regreso.
"Cuando da a su hijo una túnica nueva, significa las vestiduras blancas con que somos vestidos en el Bautismo", señaló el Arzobispo. "Cuando ordena una fiesta de acción de gracias, significa la Eucaristía".
La historia del hijo pródigo, es en última instancia "la historia de la condición humana", según reveló Cristo y enseña la Iglesia. "Hermanas y hermanos, ¡el peregrinaje del hijo pródigo es la historia de nuestras vidas!", agregó.
En esta Cuaresma, explicó, "nuestro Padre continúa abrazando a sus hijos e hijas pródigos en el Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación". La misericordia de Dios siempre está a nuestra disposición con la práctica de la confesión, "no importa lo grandes que sean nuestros pecados o cuántas veces podemos repetirlos".
Si uno llega a la confesión con el corazón compungido, "encontraremos a nuestro Padre preparado para recibirnos con los brazos abiertos para darnos la bienvenida a la casa de la Iglesia y de la Eucaristía".
"Os animo a hacer una buena confesión antes de la Pascua, aún si ha pasado mucho tiempo", agregó.