El Presidente Barack Obama ordenó al Departamento de Justicia dejar de defender en los tribunales la ley federal que define al matrimonio como una unión entre hombre y mujer, para permitir que los grupos homosexuales obtengan sentencias a favor del "matrimonio" gay.
Según informó el Secretario de Justicia, Eric Holder, en un comunicado publicado el 23 de febrero, Obama ha llegado a la conclusión de que la "Ley de Defensa del Matrimonio" es inconstitucional porque supuestamente discrimina a las parejas del mismo sexo. Esta ley federal de 1996 define al matrimonio como "una unión legal entre un hombre y una mujer" y señala que los esposos son de "sexos opuestos".
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La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) deploró la decisión de Obama y su consejero legal general, Anthony R. Picarello, explicó que la decisión del mandatario es una amenaza contra quienes defienden el matrimonio auténtico en todo el país.
"El matrimonio se ha entendido desde hace milenios y en todas las culturas como la unión entre un hombre y una mujer", recordó Picarello en una declaración publicada tras el anuncio de Obama.
El jurista explicó que "la Ley de Defensa del Matrimonio" recoge la definición tradicional del matrimonio y fue "aprobada por un Congreso republicano y firmada por un presidente demócrata (Bill Clinton, NDR) hace tan sólo quince años".
Picarello sostuvo que con su decisión, Obama abdica "de la responsabilidad del Poder Ejecutivo de cumplir con su obligación constitucional de velar para que las leyes de los Estados Unidos se ejecuten fielmente".
"También es una grave afrenta a los millones de estadounidenses que rechazan la discriminación injusta pero al mismo tiempo afirman el valor único e inestimable del matrimonio entre un hombre y una mujer", agregó.
Picarello señaló que "apoyar el matrimonio verdadero no es fanatismo" sino un juicio "muy razonable, que afirma la institución fundamental de la sociedad civil". Que el gobierno sugiera que este juicio represente una "discriminación" es "una grave amenaza para la libertad religiosa de los partidarios del matrimonio en todo el país".