En su homilía del domingo 20 de febrero, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, afirmó que "si las autoridades no se sienten capaces de defender el orden público y el respeto a nuestra Catedral, los católicos lo haremos, porque sí sabemos hacer respetar nuestra fe".
El Cardenal rechazó las provocaciones de gays y lesbianas que repitieron el evento "besos contra la homofobia" frente a la Catedral de Lima el sábado 19 de febrero, señalando que "todos respetamos los derechos humanos de los demás. Pero la Iglesia Católica, que visiblemente está en este templo, que es su Catedral, merece el mismo respeto".
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Activistas homosexuales se besaron en las escalinatas de la Catedral de Lima el pasado 12 de febrero y fueron desalojados por la policía. Convocaron para el pasado 19 de febrero a la repetición del evento pero solo pudieron reunir a 10 personas, entre gays y lesbianas, que estuvieron rodeadas de curiosos y medios de prensa al costado de la pileta central de la Plaza Mayor, donde se encuentra la Basílica Catedral.
"Estamos hablando de respetar a Dios y su casa; de respetar la grandeza de un Dios que perdona, de un Dios que nos dejó los diez mandamientos".
"Nuestra fe no es para las catacumbas", recordó el Arzobispo de Lima a los fieles congregados en la Misa dominical, "nuestra fe es para actuar con libertad en las calles, respetando a los demás".
El Cardenal Cipriani denunció que "se habla de mucha tolerancia, pero yo lo que veo es una intolerancia agresiva. Que Dios los perdone, pero que no se repita".
El Cardenal también exhortó a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán –que se manifestó a favor del evento gay– y al ministro del Interior, Miguel Hidalgo, a intervenir adecuadamente para que no se repitan las provocaciones e inmoralidades en las puertas de la Catedral, tras lamentar la pasividad mostrada en días anteriores por las autoridades.
El Arzobispo de Lima también pidió a Santa María "paciencia y buen humor, danos esa fe y confianza en nuestro Dios, ayuda a esos hermanos equivocados, dale sabiduría a quien tiene obligación de velar por los valores de nuestra patria; de esa manera viviremos en paz".
También recordó que es muy importante aceptar la relación entre Dios y los hombres, rechazando la soberbia, pues "cuando esa relación se rompe, la humanidad se empobrece y se embrutece".
"Si no hay un respeto al Creador, al Dios que me da la vida", señaló el Cardenal, "el ser humano se convierte en el animal más destructor".