El Jefe de la Comisión de Derechos Humanos del Episcopado de Canadá, Arzobispo Brendan M. O’Brien, solicitó a su gobierno que interceda para evitar que el cristiano converso del islam en Afganistán, Musa Sayed, sea ejecutado por haber cometido "apostasía" al haber renunciado a su fe musulmana.
En una misiva enviada al ministro canadiense de asuntos exteriores, Lawrence Cannon, el Prelado pide prestar atención a este "caso urgente" pues la vida de Sayed pende actualmente de un hilo.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Sayed se convirtió al cristianismo entre 2002 y 2003. Como terapeuta físico él mismo con una pierna amputada, trabajó con el Comité Internacional de la Cruz Roja durante 15 años. Se especializa en atender niños con extremidades postizas.
De ser ejecutado, dejaría a su esposa y seis hijos, quienes han huido del país para salvaguardar su seguridad.
Al respecto Mons. O’Brien pidió a su gobierno "expresar su condena a esta persecución religiosa e intervenir ante el gobierno de Afganistán para pedir clemencia en el caso del Sr. Sayed".
Desde su celda en Kabul, Sayed mismo ha escrito una carta abierta –dirigida al presidente de Estados Unidos, Barack Obama y otros líderes internacionales– en la que detalla las golpizas y los abusos sexuales de los que ha sido víctima.
"La autoridad y los prisioneros en la cárcel hicieron varias cosas malas conmigo, debido a mi fe en el Señor Jesucristo. Por ejemplo, hicieron cosas sexuales conmigo, me golpearon con palos, con las manos, las piernas, me colocaron cosas en la cabeza, se burlaban de mí".
"Por favor –suplica– recen por mí y ayúdenme inmediatamente rescatándome de esta cárcel. De otro modo me matarán".
Para el representante del Ministerio de Justicia en Afganistán, Jamal Khan, la conversión al cristianismo de Sayed es claramente algo que debe penarse con la pena capital bajo el código penal islámico vigente.
"La sentencia para un converso es la muerte y no hay excepción. Quienes dejan el Islam tienen que ser sentenciados a muerte para que eso sirva de lección a otros", dijo.