El Arzobispo de Rosario (Argentina), Mons. José Luis Mollaghan, recordó que el aborto nunca puede ser una terapia y llamó a los fieles comprometerse "a amar y servir la vida naciente desde el seno materno, sin descuidar a las madres, y a los niños ya nacidos".
Durante la Misa celebrada en honor de Nuestra Señora de Lourdes en la parroquia del mismo nombre el 11 de febrero, el Prelado afirmó que es necesaria "una cultura de la vida renovada", donde "todos hagamos algo para acrecentar el amor y el respeto por la vida".
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Mons. Mollaghan afirmó que siempre es posible trabajar por la vida, especialmente en los ámbitos médico y sanitario, "con leyes que la promuevan y tutelen".
El Prelado subrayó que se atenta contra la dignidad de la persona al menospreciar a alguien "porque sea débil, desprotegido o tenga capacidades diferentes".
Por lo mismo, "tampoco podemos disminuir el cuidado y la protección del que va a nacer y vive como persona en el seno materno, aunque esté oculto y sea como invisible a nuestros ojos".
"Nos duele y no queremos que ni una sola mujer deba sufrir una intervención clandestina, y es por ello que desde antes se puede hacer mucho por cada una de ellas", afirmó Mons. Mollaghan, poniendo "todo el empeño en formar; en proteger a toda mujer, no solo del abuso, sino del comercio, de la promiscuidad".
"Nadie debería pensar en el aborto como una terapia o un camino saludable para la vida, sin detenerse a pensar en el niño que va a nacer".
El Arzobispo de Rosario exhortó a los responsables de la conducción del país a que se sensibilicen "por el respeto a la vida naciente y a toda vida humana, a la que queremos amar y servir como a un don de Dios".