El Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Mons. Rubén Salazar Gómez, afirmó que la Iglesia estará presente como facilitadora "en el momento en que empiece realmente un proceso de paz con la guerrilla" y que "el presidente Juan Manuel Santos está perfectamente convencido" de eso.

"Estamos siempre dispuestos a aportar nuestras luces desde la Doctrina Social de la Iglesia, para que Colombia pueda encaminarse por los caminos de la paz y el progreso", afirmó el Prelado en un comunicado difundido hoy por la CEC.

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Durante la 90° Asamblea del Episcopado que se realiza en Bogotá (Colombia), del 7 al 11 de febrero, Mons. Salazar Gómez también expresó su confianza en que el presidente Santos ve la paz "no solo como sentarse en una mesa de negociaciones con la guerrilla sino crear en el país todas las condiciones necesarias para la solución del conflicto".

"No es solamente el conflicto armado, es todo el conflicto social: el problema de la pobreza, de la redistribución del ingreso, de las tierras, etc. La problemática del país es muy compleja, muy variada y amplia y por lo tanto (el mandatario) tiene muy claro que esa problemática tiene que ser atendida en toda su complejidad para poder crear las condiciones de la paz", añadió.

Liberaciones

Mons. Salazar también se refirió al proceso de liberación de cinco secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que empezó hoy con el exconsejal Marcos Baquero, de 35 años; y que culminará el domingo.

El Prelado dijo que es un proceso organizado por la guerrilla "como una reivindicación de (la ex senadora) Piedad Córdoba" y que el Gobierno ha dejado que ella sea la protagonista.

Sin embargo, Mons. Salazar indicó que estas liberaciones no entran en un proceso de paz con las FARC.

Sobre el secuestro en Colombia, la fundación País Libre informó que este se incrementó en 32 por ciento de 2009 a 2010, pasando de 213 a 282 secuestrados.

Indicó que la delincuencia cometió el 57 por ciento de los plagios, las Farc el 23 por ciento, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) el 12 por ciento, y las bandas emergentes conformadas por narcotraficantes y ex paramilitares, el 7 por ciento.