Mons. Eduardo Hiiboro Kussala, Obispo de Tombura-Yambio (Sudán), al suroeste de Juba, expresó su temor de que nuevos actos de violencia por parte del Ejercito de Resistencia del Señor (LRA) puedan perjudicar "cualquier nuevo gobierno en Sudán del Sur, arruinando los recursos de una joven nación que lucha por proteger a sus ciudadanos".
En declaraciones recogidas por la organización internacional católica Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), Mons. Kussala señaló que "muchos de nuestros niños están aún en manos del LRA. Nosotros no sabemos si ellos están vivos o muertos. Aquellos que se las arreglaron para escapar del LRA llevan las cicatrices físicas y mentales de lo que han sufrido y nunca serán los mismos otra vez".
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Por su parte, en Sudán del Norte, el Obispo Auxiliar de Khartoum, Mons. Daniel Adwok, denunció el incremento de las amenazas a cristianos, en una región donde se espera que su gobierno islámico será menos tolerante con los no musulmanes.
Mons. Adwok denunció que "en algunos lugares ahora, cristianos y otras minorías son cuestionadas por permanecer aquí en el norte".
El Obispo lamentó la gran cantidad de cristianos que está marchándose rumbo a Sudán del Sur, viendo disminuida la asistencia a Misa en su región pastoral de mil a apenas 100 personas.
La emancipación de Sudán del Sur se abre paso tras conocerse que más del 98 por ciento de votantes en el referéndum, realizado entre el 9 y el 15 de enero, favoreció la separación de la región para conformar un nuevo país. La proclamación de independencia está programada para el próximo 9 de julio.
En las últimas semanas el LRA ejecutó varias matanzas y secuestros en las recientes semanas, incluyendo el asesinato de una religiosa de 37 años, Sor Angelina, el 17 de enero en una emboscada en el Congo, donde proveía ayuda a refugiados de Sudán del Sur.
El punto más alto de la violencia llegó el 5 de febrero, cuando ocho personas fueron encontradas mutiladas y torturadas en la región de Source Yubu, a 210 kilómetros de Tombura.