Al cumplirse el 13º aniversario del fallecimiento del Cardenal Antonio Francisco Pironio, el Arzobispo de Mercedes-Luján (Argentina), Mons. Agustín Radrizzani, presidió una Misa en la que recordó al Purpurado como verdadero "hombre de Dios".
La Misa fue convocada por la encargada de la Vicepostulación de la Causa de Beatificación del Cardenal Pironio, Beatriz Buzzeti Thomson; por la Acción Católica Argentina y el Instituto Nacional de Formación de Pastoral de Juventud que lleva el nombre del Purpurado.
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Durante la homilía,. Mons. Radrizzani destacó que existen "tres miradas" que caracterizaron la vida del Cardenal Pironio: la mirada a la voluntad del Padre, la mirada a los demás y la mirada interior.
El Prelado señaló que Cristo, María y la Iglesia fueron los tres amores que siempre estuvieron en la vida del Cardenal Pironio. La Misa fue concelebrada por Mons. Jorge Lozano, Obispo de Gualeguaychú y Mons.Carlos Malfa, Obispo de Chascomús.
Al final Mons. Malfa presidió un responso pidiendo la pronta beatificación del Cardenal argentino.
Su biografía
Eduardo Francisco Pironio nació el 3 de diciembre de 1920, siendo el vigésimo segundo hijo de un matrimonio de inmigrantes italianos.
Su vocación religiosa fue incentivada por su madre y a los 18 años ingresó al seminario de La Plata. Fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943. Entre 1960 y 1963 fue rector del Seminario Metropolitano de la Arquidiócesis de Buenos Aires y fue nombrado decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina.
En 1972, fue designado Obispo de Mar del Plata. Fue nombrado Cardenal por el Papa Pablo VI el 24 de mayo de 1976.
El Papa Juan Pablo II lo designó presidente del Pontificio Consejo para los Laicos en 1984, cargo que ocupó hasta 1996.
Falleció en Roma el 5 de febrero de 1998. Sus restos se encuentran en el Santuario de Nuestra Señora de Luján. El 23 de junio de 2006 se inició el proceso de beatificación.