El Papa Benedicto XVI recordó este domingo durante la oración del Ángelus que recordó que las Bienaventuranzas son un programa de vida para todo ser humano.
Al hablar de las Bienaventuranzas, el corazón del Evangelio de este domingo, el Pontífice destacó que “No se trata de una nueva ideología, sino de una enseñanza que viene desde lo alto y toca la condición humana, justamente aquella condición que el Señor, encarnándose, ha querido asumir, para salvarla”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Sermón del Monte, explicó el Papa, “está dirigido a todo el mundo, en el presente y en el futuro, y puede ser comprendido y vivido solamente en el seguimiento de Cristo, caminando con Él”.
“Las Bienaventuranzas –continuó- son un nuevo programa de vida para liberarse de los falsos valores del mundo y abrirse a los verdaderos bienes. En efecto, cuando Dios consuela, sacia el hambre de justicia, seca las lágrimas de los afligidos, y además de recompensar a cada uno de modo sensible, abre el Reino de los Cielos”.
Además hizo notar cómo este programa de vida “refleja la misma vida del Hijo de Dios que se deja perseguir, despreciar hasta la condena a la muerte, para que a los hombres les sea donada la salvación”.
Más adelante hizo notar, citando a un “antiguo eremita”, que no bastará con el solo esfuerzo humano y la propia voluntad, pues “las bienaventuranzas son dones de Dios y debemos darle gracias por estas y por las recompensas que se derivan, el Reino de los Cielos en el siglo futuro, la consolación aquí, la plenitud de todo bien y misericordia por parte de Dios”.
Hacia el final el Papa invocó a la Virgen María, "bienaventurada por excelencia", pidiéndole la fuerza “de buscar al Señor y seguirlo siempre, con alegría, por los caminos de las Bienaventuranzas”.