Tras el asesinato de dos sacerdotes en las cercanías de Bogotá la noche del 26 de enero, el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Juan Vicente Córdoba, lamentó que en el país se "resuelvan las cosas acabando la vida de los demás".
Según una nota de la CEC, que cita reportes policiales, los sacerdotes Rafael Reátiga Rojas y Richard Armando Piffano, ambos de 30 años, iban en el vehículo de uno de ellos con una persona no identificada quien les habría disparado por causas aún desconocidas.
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Mons. Córdoba manifestó que "la Policía Nacional está realizando las investigaciones del hecho, el caso hasta ahora es oscuro y no se puede adelantar ninguna hipótesis" sobre la causa del asesinato.
El también Obispo Auxiliar de Bucaramanga señaló que las informaciones que se tienen hasta el momento "indican que no fue para robarles el vehículo o las pertenencias de los sacerdotes".
El Prelado precisó que ambos sacerdotes eran muy amigos y realizaron juntos estudios de bioética en la Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá.
A tempranas horas del 27 de enero fueron encontrados los cuerpos sin vida de los dos sacerdotes al interior del automóvil, por pobladores de la zona. Uno de ellos presentaba dos impactos de bala en la cabeza y el otro fue hallado con un tiro en el pecho.
Según cifras de la Conferencia Episcopal de Colombia, desde 1984, en el país han sido asesinados 74 sacerdotes, ocho religiosos y religiosas y tres seminaristas.