La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), recordó los 500 años de evangelización del país y afirmó que tras luces y sombras, la Iglesia sigue viendo el futuro con esperanza y vigorizando la fe de la población.
"La Iglesia se afana hoy por lograr y mantener la honestidad de vida y una sólida espiritualidad de sus miembros, clérigos y laicos (…), para enfrentar los retos presentes y futuros", afirmó la CED en su carta pastoral del 21 de enero "500 años de misión evangelizando la nación".
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Los obispos recordaron "los primeros tiempos heroicos" de defensa y evangelización de los indígenas, así como las posteriores crisis "ocasionadas por la irrupción de las filosofías ilustradas (…) y modernamente el marxismo. Hoy se enfrenta a los retos de la secularización y a los desafíos emanados de la presencia y actividad de otras confesiones religiosas".
Indicaron que no solo se combatió los errores y reduccionismos de estas posiciones filosóficas, políticas y religiosas, sino que la Iglesia "defendió su derecho a existir y aportar sus valores religiosos y sociales", pero también "supo adaptarse, enriquecerse y aprender de lo bueno que había en todas esas realidades. Reconoció los nuevos valores, los aprovechó y los integró a su acervo cultural y religioso".
"La Iglesia pudo así desarrollar una imaginación creativa y dar origen a una personalidad religiosa capaz de vivir y aportar en este mundo nuevos métodos pastorales y comunidades religiosas para enfrentar los retos de los tiempos cambiantes", afirmó la carta pastoral.
La CED recordó que en estos 500 años la Iglesia también se manifiesta "muy comprometida con las necesidades sociales de la nación, en particular en la educación y la salud"; además de asumir "una función civil profética y mediadora en una sociedad que no encuentra su institucionalidad y vive expuesta permanentemente a la inestabilidad", manteniendo siempre niveles de independencia.
También destacó la santidad de muchos de sus miembros consagrados a Dios y al servicio de los más necesitados, como los sacerdotes que a pesar de grandes dificultades de salud, pobreza e inestabilidad política, "administraron los sacramentos y repartieron el pan" a la población.
Los obispos destacaron además la devoción de los dominicanos a la Virgen de las Mercedes y de la Altagracia, que "fomenta la generosidad y crea esperanza a nuestro pueblo en los momentos difíciles propios y patrios".
Finalmente, tras pedir perdón por "nuestras negligencias y debilidades", los obispos reafirmaron "la presencia de la fe católica y la institución eclesial en toda la historia del pueblo dominicano, conformando su vida a través de la vivencia de sus enseñanzas y de la acción social de sus miembros, no obstante, sus limitaciones en instituciones y recursos pastorales".
La CED publicó la carta pastoral "500 años de misión evangelizando la nación", para conmemorar la creación de las tres primeras diócesis americanas: Santo Domingo, La Vega (ambas en República Dominicana), y San Juan de Puerto Rico, a través de la Bula "Romanus Pontifex" del Papa Julio II, del 8 de agosto de 1511.