El Obispo Auxiliar de Durango, Mons. Enrique Sánchez Martínez, pidió a los mexicanos ser hospitalarios con los migrantes que llegan al país por la frontera sur, tal como "lo pedimos para nuestros familiares, amigos y paisanos en Estados Unidos".
El Prelado publicó el 9 de enero una carta con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se celebrará el domingo 16. Recordó que la Iglesia reconoce a las personas la posibilidad de moverse de un país a otro, a los estados el derecho de regular los flujos migratorios y pide a los migrantes "integrarse en el país de acogida, respetando sus leyes y la identidad nacional".
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El Obispo señaló que la migración es un fenómeno social acrecentado por la globalización, que requiere de una fuerte y decidida cooperación internacional pues ningún país es por sí solo "capaz de hacer frente a los problemas migratorios actuales".
En el caso de México, Mons. Sánchez indicó que la crisis migratoria se agudizó en los últimos meses con las deportaciones masivas y asesinatos en la frontera con Estados Unidos, pero igual sucede desde el sur, especialmente en el límite con Guatemala con casos de explotación, corrupción y crímenes.
El Prelado pidió no olvidar la situación de los refugiados y de otras personas obligadas a dejar sus países, "porque son una parte relevante del fenómeno migratorio". Dijo que "el respeto de sus derechos, así como las justas preocupaciones por la seguridad y la cohesión social, favorecen una convivencia estable y armoniosa".
Mons. Sánchez recordó a los fieles que la solidaridad católica "se alimenta en la ‘reserva’ de amor que nace de considerarnos una sola familia humana y miembros del Cuerpo Místico de Cristo". "Acoger a los refugiados y darles hospitalidad, es para todos, un gesto obligado de solidaridad humana", afirmó.
Según datos de la organización Durango Unido en Chicago (Estados Unidos), las deportaciones de mexicanos ilegales desde Estados Unidos acentuó la caída de las remesas. En el caso del estado de Durango, el ingreso por divisas en 2010 fue 284 millones de dólares, 83 millones menos que en 2007 –año de su mayor auge–, y 3.9 millones menos que en 2009.
Indicó que las remesas "son un fuerte apoyo" para las familias y por tanto "las deportaciones masivas y redadas de indocumentados son ya un grave problema (…), porque sólo en 2010 se registraron 392 mil deportaciones y este año se anticipa una meta de 404 mil".
El mensaje completo está en http://www.cem.org.mx/secciones/diocesis-y-prelaturas/4056-jornada-del-migrante-y-del-refugiado-una-sola-familia-de-hermanos-y-hermanas.html