El Presidente del Comité Especial del Episcopado de Estados Unidos (USCCB) para atender a Haití, Mons. Thomas Wenski, dijo que "la Iglesia permanece como la única red en Haití que es capaz de lograr que las cosas se hagan", al cumplirse el primer aniversario del terremoto que devastó a este país el 12 de enero de 2010.
En una nota publicada este 11 de enero por la USCCB, el también Arzobispo de Miami lamentó que "el gobierno haitiano y la comunidad internacional ignoren a la Iglesia en detrimento de la meta principal de ayudar a los haitianos para que se ayuden ellos mismos".
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"No podemos darles la espalda a nuestros hermanos y hermanas de Haití. Como personas de fe debemos recordar a los fallecidos y rezar por quienes aún sufren. Al mismo tiempo seguiremos apoyando a los haitianos y le recordaremos a nuestro gobierno su papel para trabajar hacia un Haití próspero y fuerte".
De otro lado, el Presidente del Episcopado norteamericano, Mons. Timothy Dolan, manifestó su solidaridad y cercanía con Haití en un mensaje enviado al Presidente de la Conferencia Episcopal del país caribeño, Mons. Louis Kebreau.
En el texto, el también Arzobispo de Nueva York expresa "la creciente preocupación y el apoyo de nuestra Conferencia por la Iglesia y el pueblo de Haití" y señala que "hacemos votos para que el Señor con su presencia fortalezca nuestros lazos de comunión y solidaridad".
El mensaje de Mons. Dolan ha sido llevado a Puerto Príncipe por el Arzobispo de Nueva Orleans, Mons. Gregory Aymond, quien participó en la Misa que presidió el enviado del Papa Benedicto XVI y Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, Cardenal Robert Sarah. Este Purpurado llevó una donación de 1.2 millones de dólares a nombre del Santo Padre para reconstruir escuelas e iglesias.
Por su parte, el Arzobispo Coadjutor de Los Ángeles y Presidente del Comité de Migración de la USCCB, Mons. José Gómez, alentó una serie de políticas para contribuir con la inmigración de haitianos y la reunificación con sus familias, y propuso que "como mínimo no debemos dañar a Haití. Deportar haitianos en este momento, especialmente a aquellos con pasado criminal, podría desestabilizar al país".
Los obispos de Estados Unidos han hecho un llamado a los fieles para acompañar con oraciones y reflexiones a la población de Haití, concretamente a través de una novena a la Virgen de Guadalupe comenzando el 12 de enero para concluir el fin de semana del 22-23 del mismo mes, fecha de la colecta por América Latina.
La USCCB informa además que en la colecta realizada en 2010 luego del terremoto los católicos en Estados Unidos reunieron más de 85 millones de dólares. Este fondo se usa para darle comida y alojamiento a los haitianos y para reconstruir iglesias afectadas y casas de formación de congregaciones religiosas.