El Papa Benedicto XVI envió un mensaje especial de solidaridad y esperanza a todos los habitantes de Haití al cumplirse hoy el primer aniversario del terremoto del 12 de enero de 2010 que cobró la vida de más de 200 mil personas.
El texto fue leído hoy por el Cardenal Robert Sarah, Presidente del Pontificio Consejo Cor Ununm, quien como enviado papal celebró hoy una Misa en Puerto Príncipe por el aniversario.
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En el texto el Papa afirma que "en el primer aniversario del devastador terremoto que ha afectado a vuestro país, me uno a todos, queridos haitianos, para aseguraros mi oración, especialmente por los que han fallecido".
"También quiero daros una palabra de esperanza en estas circunstancias particularmente difíciles. En efecto, ha llegado el momento de reconstruir ahora, no sólo las estructuras materiales, sino sobre todo la convivencia civil, social y religiosa".
El Papa expresa luego su deseo de que "el pueblo haitiano sea el primer protagonista de su historia actual y de su futuro, contando también con la ayuda internacional, que ya ha dado muestras de gran generosidad a través de una ayuda económica y por medio de los voluntarios de todos los países".
Finalmente Benedicto XVI manifiesta que está "presente a través del Cardenal Robert Sarah, Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum. Os lleva, con su presencia y su voz, mi aliento y mi afecto. Os encomiendo a la intercesión de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de Haití, que –estoy seguro–, desde el cielo, no permanece indiferente a vuestras oraciones. ¡Que Dios bendiga a todos los haitianos!".
Entre las víctimas mortales del terremoto estuvo el entonces Arzobispo de Puerto Príncipe, Mons. Serge Miot; su Vicario General, Mons. Charles Benoit, que murió abrazado a la Eucaristía en la Catedral, y un grupo de seminaristas.
El terremoto también dejó en ruinas diversas estructuras de la Iglesia Católica como la Catedral de Puerto Príncipe y la Iglesia del Sagrado Corazón, considerada la más bella del país; así como los seminarios y diversas casas de congregaciones religiosas.
Por aquellos días el Nuncio Apostólico en Haití, Mons. Bernardito Auza, señaló a ACI Prensa en Puerto Príncipe que la tarea de reconstrucción tomará años, tal vez décadas, y para ello es vital la continua ayuda internacional de los gobiernos y de todos los católicos.