A pocos días de convertirse en el nuevo Arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati explicó a ACI Prensa que es una contradicción hablar de "aborto terapéutico" en Chile porque "nunca se puede sanar a una persona eliminándola".
En diálogo telefónico con ACI Prensa, Mons. Ezzati se refirió al proyecto presentado el 15 de diciembre pasado por los senadores Evelyn Matthei (Unión Demócrata Independiente) y Fulvio Rossi (Partido Socialista), para legalizar el mal llamado aborto terapéutico cuando esté en riesgo la vida de la madre o el feto presente alguna malformación grave. En Chile está prohibido todo tipo de aborto desde 1989.
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El nuevo Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena recordó que "la tarea que tiene un médico es la de procurar la salud y el bien de la vida. La eliminación de una vida humana nunca es un bien, nunca es una intervención de salud".
"Llamar al aborto terapéutico es una contradicción" para los médicos que saben que cumplen una función a favor de la vida y "saben que no es para nada una medida terapéutica. Nunca se puede sanar a una persona eliminándola".
Mons. Ezzati evocó la declaración que los obispos del país emitieron el pasado 28 de diciembre para defender "con mucha claridad el principio evangélico y bíblico del valor de la vida" y oponerse "a un proyecto que tiende a legalizar lo que es un mal para la persona y la sociedad como es la eliminación de la vida de un inocente".
El Arzobispo pidió valorar "lo que significa introducir en la legislación del país algo contrario a la ética humana y cristiana" y recordó que "hay principios de fe que nos soportan y nos avalan en nuestra mirada también humana".
Tras aclarar que oponerse al aborto no suprime "una actitud de acogida, de comprensión por el dolor de las personas que se ven en esta situación dolorosa", explicó que ante las decisiones de vida o muerte se requiere "un amor mucho más grande, un amor que sea capaz de reflejar de alguna manera el mismo amor de Dios que cuida de todos sus hijos, de una manera particular de aquellos que más lo necesitan".
Confianza y oración
El Arzobispo también compartió sus expectativas ante su próxima tarea al frente de la Arquidiócesis de Santiago que asumirá este sábado 15 de enero.
Mons. Ezzati dijo que espera ese día con "una gran confianza en Dios, en Jesús que me ha llamado a seguirlo y me ha llamado a echar las redes ahí donde Él quiere que las eche. No tengo ningún mérito ni ninguna confianza en lo que puede ser mis cualidades humanas que son siempre limitadas pero tengo una gran confianza en Aquel que me ha enviado".
"He puesto a disposición del Señor lo que soy, lo que puedo realizar, para que Él haga lo que de mí quiera. Ojalá que en nombre de Él pueda anunciar la palabra de Dios y ser un signo muy cercano de la paternidad de Dios y del pastoreo de Jesucristo", agregó.
Aseguró que su único deseo "desde lo más profundo del corazón, es ser un pastor que se asemeje cada vez más a los rasgos del único Buen Pastor".
También explicó que la gran tarea de la Iglesia en Santiago es de "ser un signo, un signo poderoso, sencillo a la vez y humilde, pero signo que de verdad refleje la presencia de Dios en medio del mundo y el pastoreo bondadoso de Jesús con la gente que Él quiere salvar".
"Con todos los sacerdotes, con los consagrados y las consagradas y con los laicos, especialmente los más comprometidos, yo me comprometo a ser junto con ellos un signo de esa presencia salvadora del Señor en medio de la realidad de la ciudad de Santiago", agregó.
"Que los fieles católicos de Santiago especialmente oren por su nuevo Obispo para que pueda ser reflejo de lo que el Señor quiera que yo sea", concluyó.